Siempre seré un convencido de que, aunque suene trillado, el gobierno poco puede hacer si está separado de la sociedad, de los ciudadanos, del pueblo, vaya. Pero estoy aun más convencido que el papel de la ciudadanía es fundamental en la transición de los gobiernos.

Esa tendencia a empapelar y burocratizar este proceso es sano para garantizar la rendición de cuentas, pero habrá que voltear al ciudadano para que por medio de los organismos intermedios sean parte de este paso.

El volver a comenzar es un riesgo cuando termina una administración e inicia otra. Los ciudadanos deben de estar atentos de las herramientas, avances o sistemas que la administración saliente le deja a la entrante. La exigencia se debe de basar en lo que se sabe que dejaron los anteriores.

Me explico: por ejemplo, si el gobierno que sale tiene un avance significativo en la actualización catastral del municipio, el ciudadano deberá de vigilar que la administración entrante no deseche lo ya hecho, por lo contrario, continúe con los trabajos iniciados.

Comenzar una administración, como ya he escrito, levanta siempre expectativas en los ciudadanos. Pareciera que por arte de magia los servicios serán mejores y todos los problemas se terminarán. El pueblo juega un papel fundamental en que esta expectativa se alcance, al menos parcialmente,

Pero, ¿qué organismo intermedio de la sociedad civil será el indicado para realizar esta tarea?

Podrían ser las cámaras empresariales, los colegios de profesionistas, las universidades, pero resulta importante e interesante el papel que pueden y deben de jugar los Consejos de Participación Ciudadana, previstos en Ley Orgánica Municipal de Puebla, aunque desgraciadamente es letra muerta en muchos municipios.

Por su naturaleza, estos entes deberían de trascender a las administraciones, pues su renovación no está ligada a la de la administración pública municipal. Los integrantes son los idóneos para revisar que el nuevo gobierno continúe con lo que se ha hecho bien y a su vez señale las malas prácticas en que incurrieron los servidores públicos.

Claro, todo lo anterior si la ciudadanía se toma en serio su papel la herramienta que constituyen los Consejos de Participación Ciudadana. Sin duda lo que pasa o no pasa en esos consejos es un termómetro de lo comprometido que puede estar un pueblo en la vida de la ciudad…

Comentario al aire

Que difícil debe ser siempre apostarle al perdedor y creerte ganador. En democracia a veces se gana más sabiendo que perdiste y enfrentando donde estás parado. Siempre es preferible ser un buen perdedor a ser un mal ganador, y peor cuando ni siquiera se ganó. A veces competir, aun perdiendo te hace ya un ganador, siempre y cuando sepas perder.