Violencia política contra mujeres en razón de género (I)

  • Alejandra Gutiérrez Jaramillo
La violencia es el camino de la nada, porque quien violenta carece de todo

En esta elección la Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género (VPCMRG), refrendó como en el proceso electoral pasado, su lugar protagónico. Para que la violencia se pueda considerar política, es porque los elementos de dominación de una voluntad ante otra ocurran en un marco de relaciones de poder y autoridad.

En política como en otros ámbitos, se violenta a una mujer para conseguir un fin determinado, en política es un medio para conservar el poder.

La paridad total trajo consigo que después de sesenta años en Puebla, hubiera más mujeres candidatas, y que gobernaran municipios importantes, gracias al instrumento metodológico de lo que se conoce como los bloques de competitividad. Pero a mayor paridad, mayor violencia, porque los espacios que tradicionalmente eran ocupados por hombres, ahora los ocupan las mujeres.

En el discurso, se menciona que los partidos políticos tienen interiorizado y materializado la prevención y sanción de este tipo de violencia; pero las candidatas siguen siendo invisibilizadas en muchos casos por falta de información.

También se les violenta cuando hay inequidad en la entrega de recursos, cuando se hace propaganda que las calumnie, denigre o descalifique, cuando se les limita o se les niega arbitrariamente el uso de cualquier recurso, se  divulgan imágenes, mensajes o información privada de una mujer candidata o en funciones, por cualquier medio físico o virtual, con el propósito de desacreditarla, difamarla, denigrarla y poner en entredicho su capacidad o habilidades para la política, con base en estereotipos de género.

Estas conductas de desacreditar, difamar o denigrar, son recurrentemente ejecutadas por candidatos y candidatas, manejando un doble discurso porque se menciona que es tiempo de mujeres, pero en la primera oportunidad se ataca, entonces la narrativa de la igualdad, y de la inclusión es solo palabrería más que hechos, porque se convierte en una bandera para ganar votos y no en una bandera política por convicción.

En la Ley General en Materia de Delitos Electorales existen 14 conductas, que son consideradas como VPCMRG y en la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Puebla, están contempladas 22 conductas.

La VPCMRG se sanciona como infracción electoral, como violación a los derechos políticos electorales, como un delito electoral vía penal y como falta administrativa grave. En nuestro estado, de acuerdo a la fracción VI del artículo 15 del Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla, no podrán ser elegibles quienes hayan sido sancionados con sentencia firme por violencia política contra las mujeres en razón de género o delito equivalente.

Actualmente existen once personas en el registro de personas sancionadas por violencia política contra las mujeres en razón de género o por su delito equivalente, o por los delitos de violencia familiar o por incumplimiento de la obligación alimentaria, en el estado de Puebla.

Cabe resaltar, que no existe medio o espacio público o privado en el que no haya control legal, contra la Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género.

Pero también es importante señalar, que algunas presuntas denuncias de VPCMRG, se quedan en el terreno de lo mediático. Ese tipo de denuncias son las que más daño hacen, para quienes sí están padeciendo este tipo de violencia, porque usar a los medios de comunicación solo para conseguir reflectores, argumentando VPCMRG es un retroceso para quienes hemos dado la lucha en esta batalla.

 

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente la línea editorial de e-consulta.

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Alejandra Gutiérrez Jaramillo

Comunicóloga por la Ibero Puebla. Experta en elecciones, género y comunicación política. Ex Consejera del Instituto Electoral del Estado de Puebla. Precursora del Observatorio de Participación Política de las Mujeres. Durante 18 años ha sido Consejera Electoral Local y Federal. Dirige la Consultoría Emphatheia.