El Grupo Puebla: una agenda progresista
- Luis Ochoa Bilbao
Del 29 de septiembre al 1 de octubre, Puebla fue la sede del IX Encuentro del Grupo Puebla. Se trató de un evento que reunió a políticos en activo y expresidentes de América Latina y España, con el propósito de consolidar las líneas de trabajo de los gobiernos que se definen a sí mismos como progresistas.
La agenda progresista en muy variada. En el ámbito cultural apuesta por la ampliación de derechos como la legalización de matrimonios del mismo sexo, la despenalización del aborto, la legalización de la eutanasia, entre otros más.
En el terreno económico, la agenda progresista apuesta por una redistribución de la riqueza que logre, al menos, paliar las desigualdades en la región. Para lograrlo, los gobiernos progresistas hacen transferencia de recursos en favor de los grupos más vulnerables dentro de las economías de corte capitalista. A estas políticas sus detractores le llaman populismo.
En el terreno diplomático los gobiernos progresistas apuestan por el multilateralismo y la integración regional de las Américas. Condenan los bloqueos económicos contra Cuba y Venezuela y apelan a una solidaridad continental para contrarrestar la hegemonía estadounidense.
Entre los visitantes que se dieron cita destacaron los expresidentes Evo Morales de Bolivia y Rafael Correa de Ecuador. Estuvo presente los tres días la vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, así como la ministra de igualdad del gobierno de España, Irene Montero, el canciller cubano Bruno Rodríguez, la diputada chilena Karol Cariola y el juez Baltazar Garzón, junto a siete decenas más de destacados políticos, activistas y pensadores progresista.
Una nota importante la dio el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, cuando en la rueda de prensa del sábado 30, denunció el acoso judicial al que están siendo sujetos las autoridades electorales de su país, a fin de echar para abajo las elecciones que le dieron el triunfo en meses pasados.
El expresidente colombiano, Ernesto Samper lo acompañó y le brindó su apoyo en la lucha de Guatemala por mantener el estado de derecho y la democracia, que sufre la afrenta violenta del gobierno de Alejandro Giammattei y de las fuerzas conservadoras que lo sostienen. También, Ernesto Samper pugnó por rescatar la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y darle una nueva esperanza a la unidad latinoamericana.
Otra nota importante fue la llegada de Claudia Sheinbaum, quien dirigió unas palabras al Grupo Puebla en su calidad de virtual candidata a la presidencia de México por parte de Morena. En su intervención dejó en claro su posición a favor de las políticas progresistas que defiende el Grupo Puebla y que ella llama el “nuevo humanismo mexicano”, en plena concordancia con el discurso de López Obrador.
El encuentro fue encabezado por el chileno Marco Enriquez-Ominami, excandidato presidencial de su país y fundador del Partido Progresista. Sus resultados se han dado conocer a los medios y mantiene vigente la agenda del progresismo latinoamericano frente a posturas ultraconservadoras que buscan evitar, a toda costa, los cambios que ponen en peligro sus privilegios.
Debe destacarse que este es otro ejemplo más del reagrupamiento del sur global en una era de transformaciones de la política internacional. Se trata también de una nueva era de posturas cada vez más flexibles por parte de los jóvenes que se alejan del acartonamiento intolerante del ultracoservadurismo. Se abre una época larga de luchas políticas que demuestran que la ideología está muy lejos de desparecer de los escenarios políticos.
Opinion para Interiores:
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Internacionalista y sociólogo. Director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP. Se especializa en temas de política exterior, cultura política y sociología de las relaciones internacionales.