Las dos últimas semanas fueron intensas e importantes para la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Se sentaron las bases para la revisión de la Ley de la BUAP y su actualización conforme a los criterios contemporáneos de equidad, inclusión, derechos humanos, protección al ambiente, ciencia de frontera y vinculación social. También, se anunció un importante proyecto de crecimiento en infraestructura con la Nueva Ciudad Universitaria 2, en las instalaciones del Ecocampus Valsequillo.

En ambos casos, la BUAP cuenta con el apoyo del gobierno del Estado. En lo que se refiere a la Ley de la BUAP, el proyecto de actualización y armonización de la norma va a requerir de los trabajos del Poder Legislativo local. En esta nueva cultura universitaria, es claro el objetivo por trabajar de manera cercana con los poderes políticos. Es una estrategia ganar-ganar. La BUAP se consolidaría como una universidad pública de vanguardia y el gobierno del Estado cumpliría la meta de invertir en los jóvenes y en su futuro.

La alianza entre el poder gubernamental y las universidades públicas no siempre es armónica, como ocurre ahora en Puebla y con la BUAP. En México siempre ha existido el riesgo de la intromisión del poder gubernamental en turno para obtener beneficios de las instituciones educativas públicas, desde las escuelas y los tecnológicos hasta las universidades o los centros de investigación. Constantemente se recrea el juego de los equilibrios de poder, a veces con la consolidación de la autonomía universitaria, otras veces con acciones gubernamentales intrusivas que terminan llegando a los tribunales.

En el caso de la BUAP y el gobierno del Estado se ha refrendado un doble compromiso: por parte de la universidad, generar las bases humanas y de infraestructura para ofrecer una educación superior de calidad, con investigación científica de frontera y con vocación nacional e internacional. Por otro lado, el gobierno del Estado garantiza el respeto a la autonomía universitaria y refrenda su apoyo para lograr la meta educativa de la BUAP. Se trata de un objetivo compartido con el gobierno y que les otorga a ambas instancias la posibilidad de cristalizar sus metas y propósitos de desarrollo.

En el caso de la actualización de la Ley de la BUAP, la presentación de las reformas propuestas a sus artículos se dio en el seno del Honorable Consejo Universitario el miércoles 17 de mayo de 2023. En un ejercicio de transparencia y objetividad, se presentó ante el pleno la norma tal y como está vigente y las propuestas de modificaciones, correcciones, aclaraciones y actualizaciones necesarias para los tiempos actuales. También, se realizó una consulta gracias a la utilización de la tecnología y las redes sociales.

Académicos, estudiantes y administrativos pudieron expresarse apoyando la propuesta en su totalidad o presentando ideas y sugerencias para mejorarla y robustecerla. El ejercicio fue exitoso. Nuevamente, ante el Honorable Consejo Universitario, se presentaron los resultados de la consulta el miércoles 24 de mayo de 2023, y se contó con una participación de más de 40 mil universitarios. Ese mismo día, se aprobó el Dictamen que presentaron la Comisión de Legislación Universitaria y la Comisión de Honor y Justicia del Honorable Consejo Universitario, respecto del informe de la Glosa que fue turnado por el Grupo de Trabajo Institucional, y se autorizó avalar que la Rectora presentara al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina la “Propuesta de revisión, actualización y armonización a la ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla”, solicitándo al Ejecutivo que haga suyo el proyecto y lo remita al Congreso del Estado.

El ejercicio fue plural. En diversos espacios, algunos miembros de la comunidad universitaria presentaron cuestionamientos u objeciones a la propuesta o el procedimiento. Lo mismo ocurrió en el seno de las sesiones del Honorable Consejo Universitario, dentro de los marcos aceptables de la discusión, la polémica y el contraste de argumentos. Hubo quienes pidieron más tiempo para la consulta y otros quienes respaldaron el proceso tomando en cuenta el espacio de oportunidad que se abría con miras a la próxima apertura de los trabajos de la legislatura local. Hubo quienes presentaron propuestas durante la consulta y pudieron corroborar que fueron tomadas en cuenta e incluidas en el proyecto de ley. También hubo quien exhortó a los universitarios a trabajar con miras a las futuras reformas que tendrá que hacer la comunidad a sus estatutos orgánicos y reglamentos, una vez que la nueva ley de la BUAP sea aprobada por el Congreso.

Tanto la propuesta de ley, como la consulta universitaria, los trabajos de las comisiones y las discusiones en el Honorable Consejo Universitario, dan muestra de la vitalidad de la comunidad de la BUAP. Y esto es posible gracias al ambiente de trabajo en la institución enmarcado por un liderazgo claro, legítimo y perfectamente orientado al cumplimiento de las obligaciones y compromisos de la universidad. La capacidad de convocatoria que tuvo la rectora María Lilia Cedillo en la consulta es ilustrativa del respaldo con el que cuenta.

También ocurre así con el apoyo que el gobernador le ha manifestado a la BUAP. El pasado jueves 25 de mayo, en la reunión de trabajo entre el gobierno del estado y la BUAP, el gobernador Sergio Salomón Céspedes refrendó su apoyo a la BUAP, en el teatro del Complejo Cultural Universitario donde también se presentó la Nueva Ciudad Universitaria 2, Ecocampus de Ingenierías y Ciencias Naturales.

La idea de actualización de la ley de la BUAP expresa su comprensión por los tiempos presentes, especialmente en un contexto nacional que cuenta con una nueva Ley General de Educación, la Ley General de Educación Superior, la Ley Orgánica del Consejo de Ciencia y Tecnología y la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación del CONAHCTYT.

La idea de crecimiento se refiere a la nueva ciudad universitaria que podrá mejorar la cobertura y los servicios educativos proyectando atender a más de 30 mil estudiantes en un espacio de cinco años.   

Ambas ideas coinciden con el espíritu de una nueva cultura universitaria y con la claridad de metas del actual gobierno del Estado. Es un tiempo de coincidencias en el ámbito político y universitario que debe aprovecharse. Y, para quien no lo haya percibido todavía, lo que está ocurriendo en la BUAP generará muchas noticias positivas para Puebla y México en el corto plazo.