“La educación se ve afectada de manera muy profunda por las grandes fuerzas políticas y corporativas. No se puede hablar de educación sin hablar de las grandes estructuras políticas, económicas, culturales y sociales en las que se enmarca y que ejercen una presión sobre la enseñanza”
Henry Giroux

Ninguna niña debe quedarse sin su derecho a la educación.

No podemos permanecer indiferentes a lo que pasa al otro lado del mundo. Se registran hechos que ponen en riesgo el desarrollo y ejercicio de la ciudadanía de las mujeres. Recientemente nos enteramos que en el régimen Talibán tomó la decisión de cerrar las aulas de educación secundaria para niñas en Afganistán, lo que representa un grave retroceso y violación a los derechos humanos de estas alumnas que verán truncada su permanencia en la escuela.

Son muchas las voces que han protestado por esta lamentable política fundamentalista basada en tradiciones anacrónicas que siguen violentando a las niñas y encasillándolas a permanecer presas de ese esquema social que las relega y deja en un rol de sometimiento y opresión. Un régimen patriarcal que se resiste a terminar.

Dentro de las manifestaciones en contra a esta determinación de los talibanes, se encuentra la del Banco Mundial que suspendió proyectos en Afganistán, que sumaban 600 millones de dólares y que iban a estar destinados para detonar la agricultura, la educación, el sector salud y medios de subsistencia de ese país.

Desde agosto del 2021, fecha en que los talibanes se hicieron del poder, se han restringido los derechos de las mujeres, disminuyendo su participación en el ámbito laboral y se les impuso como requisito que si necesitaban viajar (por tierra o por aire), las mujeres tienen que hacerlo acompañadas por un varón de la familia.

Por su parte, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, condenó esta determinación y consideró que "quitarle el poder a la mitad de la población afgana es contraproducente e injusto, la negación a la educación viola los derechos humanos de las mujeres y las niñas.”

En tanto que Catherine Russell, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), ha enfatizado que esta determinación de los talibanes “anula el derecho de toda una generación de niñas adolescentes a una educación, y les arrebata la oportunidad de adquirir las competencias necesarias para labrarse un futuro.”

Lamentablemente en nuestro planeta son muchas las barreras sociales y culturales que todavía impiden el acceso y permanencia de las niñas a la escuela, lo que limita severamente su desarrollo y representa un grave rezago en la materia. Está comprobado que las niñas que completan la educación secundaria son menos vulnerables al matrimonio infantil.

Según un estudio reciente del Banco Mundial, "las escasas oportunidades educativas de las niñas y los obstáculos que les impiden completar 12 años de educación ocasionan a los países pérdidas de productividad e ingresos a lo largo de toda la vida que oscilan entre los USD 15 billones y los USD 30 billones."

La escolarización de las niñas y adolescentes es uno de los grandes pendientes de la educación en el mundo. Son muchos los esfuerzos de diversos actores sociales y gubernamentales por solucionar esta problemática. Ojalá que no pase mucho tiempo para erradicarla y que todas las niñas disfruten de su derecho a la educación.

Referencias
La ONU denuncia la decisión de los talibanes de no reabrir las escuelas para todas las niñas https://news.un.org/es/story/2022/03/1506102