La menstruación y el derecho a la educación

  • Malinalli García Ruiz
La menstruación digna, un pendiente en las agendas de gobierno para la igualdad y el desarrollo

Con motivo del Día Internacional de las Mujeres 2022 se realizaron diversos análisis y reflexiones sobre la situación de la población femenina en el mundo, uno de ellos giró en torno a la menstruación digna y su importancia para alcanzar la igualdad y el desarrollo sostenible.

El derecho a la educación es universal, sin embargo, millones de niñas y adolescentes en el mundo ven limitado este derecho, sufren los estigmas y los mitos que se han tejido en torno a la menstruación por varios siglos. Dejan de asistir a la escuela por un proceso biológico y por la falta de información sobre el ciclo menstrual. No reciben una educación completa porque se interrumpe cada vez que menstrúan, pueden perder hasta dos semanas de clases en el mes.

En algunos países con tradiciones arraigadas la niñas y adolescentes no pueden asistir a sus centros educativos porque deben permanecer encerradas en sus casas al considerar que es un castigo. También se limita la asistencia porque carecen de los insumos para la higiene en los días que están menstruando (compresas, toallas femeninas, tampones, etc) y esto las obliga a permanecer en sus domicilios.

En su artículo para el periódico El País, María R. Sahuquillo, (2017) expone que en la India “miles de mujeres y niñas son expulsadas de sus casas cada mes por tener la regla. Son relegadas al campo, al patio o a los cobertizos destinados a los animales. Es el chaupadi —el aislamiento para menstruar—, una práctica hindú que las obliga a abandonar el hogar y que es habitual en algunas comunidades del oeste de Nepal. Creen que si no alejan a las mujeres con la regla, el pueblo y la comunidad sufrirá una desgracia.”

El chaupadi es una práctica que persiste en la India, a pesar que en el año de 2017 el Parlamento hindú lo tipificó como un delito y la persona que obligue a las mujeres y niñas al aislamiento se harían sujetas a multas o días de cárcel. Por desgracia esta costumbre continúa porque no se denuncia.

La pobreza, las crisis humanitarias y la pandemia del Covid-19 han limitado  el acceso de mujeres y niñas a suministros para la salud menstrual culturalmente apropiados e instalaciones privadas de lavado seguras. Lo que contrasta con la situación de mujeres que habitan en sociedades urbanas y de países en desarrollo que disfrutan de una gran gama de productos para hacer frente a su ciclo menstrual, desde toallas sanitarias fabricadas, los tampones hasta la copa menstrual, toallas sanitarias de tela que son lavables y amigables con la naturaleza.

Para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), “La desigualdad de género, la pobreza extrema, las crisis humanitarias y las tradiciones nocivas pueden tornar la menstruación en una etapa de estigma y privaciones, que puede socavar su disfrute de los derechos humanos fundamentales. Esto es cierto para las mujeres y las niñas, así como para los hombres transgénero y las personas no binarias que menstrúan.”

En México se han realizado acciones para posicionar el tema de la menstruación digna en la agenda pública y en la agenda de gobierno. Un grupo de organizaciones civiles creó #MenstruaciónDignaMéxico, que persigue la gratuidad y la eliminación del IVA a los productos de gestión menstrual, así como la generación y visibilización de datos sobre la menstruación en nuestro país.

Desde el ámbito legislativo las diputadas federales de la anterior legislatura la LXIV, realizaron un gran trabajo de cabildeo para posicionar dos iniciativas de reforma  fundamentales en torno a la menstruación digna: 1) a la Ley General de Educación para garantizar a las niñas, adolescentes y mujeres el acceso a los productos indispensables para la higiene menstrual; y 2) a la Ley del Impuesto al Valor Agregado para establecer la tasa del 0% de IVA a la enajenación  de cualquier bien destinado a la gestión menstrual.

La exdiputada federal Martha Tagle, parte promotora de estas iniciativas, resaltó que “es momento oportuno de quitar los estigmas alrededor de la menstruación, legislar para eliminar barreras, generar las condiciones para una menstruación digna, y garantizar el acceso pleno de las mexicanas a su salud sexual y reproductiva”.

Tagle también consideró que no tener productos para gestionar la menstruación, educación menstrual y reproductiva, así como enfrentar obstáculos para acceder al agua y saneamiento, a una atención médica especializada, aunado al estigma social alrededor de la menstruación coloca a millones de mujeres en condición de pobreza menstrual.

Aunque la iniciativa de reforma al artículo 115 de la Ley General de Educación para proporcionar de manera gratuita productos de higiene menstrual a la población que así lo requiera y con ello coadyuvar a que disminuya el ausentismo escolar por esta causa, fue aprobada por la Cámara de Diputados aún no se dictamina en el Senado de la República.

La que sí fue aprobado por ambas cámaras en octubre de 2021 fue la miscelánea fiscal para el año 2022 que contempla la tasa de 0% a los productos de gestión menstrual, como toallas sanitarias, tampones y copas menstruales. Concretándose un logro para las promoventes y mujeres mexicanas.

Según el portal Serendipitia de acuerdo con la iniciativa de reforma a la Ley General de Educación aprobada por la Cámara de Diputados adquirir productos para atender la menstruación como toallas sanitarias, tampones, copas menstruales, analgésicos o ropa interior es costoso y difícil para mujeres de bajos ingresos. Una mexicana que inicia su vida fértil a los 13 años y llega a la menopausia a los 50 habrá gastado alrededor de 26 mil pesos en toallas sanitarias, 30 mil pesos en tampones o 2 mil 800 pesos en copas menstruales.

Nunca más la menstruación como un tema privado. Es hora de que se hable abiertamente de que la mitad de la población del mundo menstrual, que es un fenómeno natural que no debe de poner en desventaja social a las niñas y adolescentes, sobre todo en su derecho a la educación permanente, evitar el ausentismo y la deserción escolar. Dejar de ser un tema tabú del que no se hable, continuar en la línea de la educación sexual integral. No considerar a las mujeres y niñas como   “impuras” o “sucias” la menstruación es un proceso normal.

El tema de la menstruación es una cuestión social que debe ser abordada de forma integral y atendida por los tres niveles de gobierno, ser parte de sus agendas a través de políticas públicas con enfoque de género y derechos humanos, atendiendo los derechos sexuales y reproductivos.

Referencias

1.-Estigmas sin fronteras: así viven las mujeres sus reglas en otros países
https://elpais.com/elpais/2017/11/09/actualidad/1510240864_380514.html
2.- Menstruación digna (Tagle, M. 2020)
https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/menstruacion-digna-5730474.html
3.- Menstruación digan en México. ¿Qué es? https://serendipia.digital/datos-y-mas/menstruacion-digna-en- mexico/#:~:text=Esta%20iniciativa%20busca%20que%20las,educaci%C3%B3n%20e%20igualdad%20de%20g%C3%A9nero

 

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Malinalli García Ruiz

Politóloga, Maestra en Gobierno y Administración, doctorante en Educación. Diputada Local en la LVII Legislatura del Congreso de Puebla. Integrante del Observatorio de Participación Política de las Mujeres de Puebla. Docente en Educación Superior.