La BUAP a debate

  • Raymundo Alfaro Pérez
El principal debate en la BUAP debe ser de carácter pedagógico hacia una nueva reforma universitaria

Los universitarios de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla elegiremos en fecha próxima al sucesor del rector Alfonso Esparza Ortiz. Más allá del procedimiento formal y legal que establece la normatividad universitaria, lo que interesa de fondo es el espíritu renovador que habrá de establecerse en la máxima casa de estudios por quien llegue a la rectoría, acto que no es un asunto personal, sino de participación de quienes damos vida a la tarea de brindar educación superior y media superior a los jóvenes estudiantes. Para los universitarios las condiciones de aislamiento social implementadas desde que inició la pandemia hace difícil la difusión de las ideas para generar una intervención activa en la vida universitaria, sin embargo, el hecho de la sucesión de nuestra máxima autoridad universitaria habrá de promover que innovemos en el arte de comunicar y hacer llegar al mayor número de compañeros la necesidad de participar y suscitar el debate para mejorar como Universidad Pública.

Dicha coyuntura se inscribe en primer término bajo condiciones académicas y pedagógicas muy diferentes al llamado periodo neoliberal, el cual también se instauró como modelo educativo y administrativo en las universidades públicas del país, y la BUAP no fue la excepción. Así que se espera que el próximo rector o rectora, debe tener claro que la universidad como Institución se concibe dentro de un universo social en proceso de transformación, la cual debe orientar sus actividades sustantivas de enseñanza, investigación y difusión de la cultura en un nuevo modelo, acorde con la necesidad de progreso social y sobre todo del interés nacional, ya que toda universidad debe contribuir al progreso de la sociedad mediante sus valores intelectuales los cuales permiten evaluar la importancia de una educación útil. 

La próxima administración central de nuestra alma mater deberá reorientar la misión de la universidad, dando siempre prioridad a la actividad docente y de investigación, ya que son la base para forjar profesionistas de las diversas carreras necesarias para la sociedad. Se trata de iniciar un compromiso formativo distinto para el modelo de país que se ha empezado a configurar, donde el compromiso sea vital para la humanización de las profesiones. Este ideal se ira concretizando en actividades precisas en un país que aspira a dejar atrás prácticas viciadas de corrupción administrativas y académicas. Se deberá ir a fondo y dando claridad de las virtudes que surgen entre la ciencia y la cultura, entre saber e investigación y obviamente entre ciencia y profesión con sentido ético y social.

Se trata de que mediante la discusión y diálogo se escuche a los universitarios para enriquecer la agenda universitaria y detectar los problemas urgentes a resolver. De esta manera no serían las voces de quienes aspiran al cargo de Rector quienes se hagan escuchar hablando por toda la comunidad tergiversando la necesaria democracia universitaria. Algunos de los temas que me parece importante reflexionar desde dentro de la universidad son los que tiene que ver con las competencias del profesorado y su relación con la creatividad de los estudiantes. Otro aspecto necesario a revisar es el modelo educativo instaurado y que sirve de guía didáctica y pedagógica en el proceso de enseñanza, así como de la estructura del diseño curricular, lo anterior es base para lograr una mayor autonomía del estudiante. El principal debate que debe experimentarse en la BUAP es de carácter pedagógico para ir hacia una nueva reforma universitaria de acorde con los nuevos tiempos.   

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Raymundo Alfaro Pérez
Originario de Puebla. Casado y padre de cuatro varones. Abogado, Notario y Actuario. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales BUAP. Maestría en Ciencias Políticas BUAP. Doctorado en Derecho BUAP