¿Chairo o facho?
- Rafael Reyes Ruiz
En días recientes, recibí una notificación en Twitter, donde decía que alguien a quien no sigo, quería enviarme un mensaje directo. Fui a ver dicho mensaje y decía textualmente: "¿Cómo puedes ser amigo de @BruceJulis? Es un chairo que solo le dará mala imagen a lo que haces, ¿o tú también eres chairo?". Debo confesar que tenía faltas de ortografía y de signos de puntuación, pero quise corregirlo para su lectura.
Me pareció chistoso, no el mensaje, sino la situación, pues hace una semana recibí un mensaje por otra red social, diciéndome: "Eres un maldito facho, de ultra derecha, todo lo que haces es desde el privilegio y porque quieres una candidatura". También corregí ortografía y puntuación.
Más allá de estos mensajes, y lo que puedan decir a quien esto escribe, vemos una realidad donde hay una gran polarización social, y se etiqueta a las personas de acuerdo a su postura política. Como si el tener una opinión política te forzara a pertenecer a un grupo, cuando no es así.
Y ojo, el criticar la polarización no es querer que todos pensemos igual, es importante la pluralidad de ideas, pero esas diferencias deben ayudar a la complementariedad, y siempre resaltarse las coincidencias; no para la carencia del diálogo y debate de ideas y llegar hasta los insultos.
Ojalá entendamos que la diferencia de ideas en política, puede crear adversarios, pero esto no significa que se deba ser enemigos. Por qué etiquetarnos de modo peyorativo como "chairos" o "fachos", si todos somos mexicanos, personas que estoy seguro, queremos lo mejor para nuestro país. Condenar a alguien por estar a favor o en contra de un político, no solo es pueril, sino que llega a ser absurdo. De la misma manera que lo llega a ser el aferrarse a una idea solo porque la dijo alguien en específico, sin analizarla, pensarla o incluso cuestionarla.
Es increíble ver hasta dónde han llegado grupos en redes sociales, dónde, sin tener el conocimiento de otra persona, se le estigmatiza, juzga y condena solo por haber expresado una opinión. Todos tenemos el derecho de decir lo que queramos, tenemos la responsabilidad de decirlo lo mejor posible, y la obligación de respetar a quien no coincida con nosotros. Decir un insulto, muestra más de quien lo dice que de quien lo recibe.
Muchas veces somos presos de nuestras creencias e ideologías, y nuestra fe ciega no nos permite ver la realidad objetiva, llegando algunas veces hasta el fanatismo, esto en cualquier tema, lo que aumenta la polarización. Debemos elevar el nivel de consciencia, ser tolerantes y empatizar con quien no piensa como nosotros, anteponer las similitudes y unirnos para buscar el bienestar, sobre todo de las personas que más necesitan ayuda.
Rescoldos.
Me preguntaron si estoy con los de izquierda o con los de derecha, la respuesta es simple: estoy con los de abajo. "No soy comunista ni capitalista, creo en inventar algo nuevo, mejor digan que soy idealista".
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Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.