Por: Román López Villicaña

Profesor pensionado UDLAP

El anuncio de posibles negociaciones entre Irán y Estados Unidos ha sorprendido a muchos analistas en el mundo, dado que es algo realmente sorpresivo. El primer paso de este asunto se da con la visita el Ministro de Relaciones Iraní Mohamad Javad Zarif, a Francia durante la cumbre del grupo de los 7, en la cual se empezaron a tejer los diálogos tendientes a forjar los acuerdos que lleven a una posible reunión entre el presidente Trump y el presidente Rohani de Irán. Todo esto con la mediación del presidente Macron de Francia, y de Europa detrás de él. Cabe agregar que Europa, se ha aferrado a los acuerdos firmados por Barak Obama, y tiene mucho que perder en sus relaciones económicas con Irán.

Si dicha reunión logra darse en el futuro próximo, significará un vuelco a la política de los Estados Unidos hacia esa región del mundo, con insospechadas repercusiones entre estas podemos señalar:

1. Lo que se daba como un hecho, que era la delegación de la política exterior de los Estados Unidos hacia el Medio Oriente, en manos de Israel y Arabia Saudita, se acabaría, dejando a Israel que busca la confrontación con Irán con un palmo de narices, concretamente a Benjamín Netanyahu quien ahora encontraría obstáculos para lo que sería una fácil campaña de reelección en septiembre próximo. Asimismo, el gobierno saudita no sentirá mas que tiene detrás todo el poder de los Estados Unidos para llevar a cabo una política aventurera en la región, como lo demuestra el caso de su desastrosa intervención en Yemen.

2. A Estados Unidos, este hecho le brinda la oportunidad de rectificar su política hacia la región, en la cual empieza el declive del momento unipolar de los Estados Unidos, concretamente en el caso de la intervención en Irak, lo que le valió a los Estados Unidos el abandono de muchos aliados, la crítica de muchos países amigos, y la perdida de miles de millones de dólares. Con esa intervención los Estados Unidos dejaron ver un aspecto imperialista, alejándose de las ideas democráticas y de justicia que había mantenido desde 1945, fecha cuando influye para darle una mejor estructura a los Relaciones Internacionales del mundo.

3. De darse dicha reunión y llegarse a un acuerdo, EUA, ganaría a la potencia regional Irán, que puede ser interesante para mantener la seguridad y estabilidad de la región. Además, impediría que se desate en la zona una carrera por la obtención de armas nucleares, lo cual pude desencadenar conflictos insospechados. EUA volvería a obtener la confianza y respeto de todos los actores de la región. Irán puede ayudar a proteger el estrecho de Ormuz; puede ser garante de la paz en el Golfo Pérsico como lo ha hecho desde tiempos del Sha; puede hacer un Irán menos dependiente de China y Moscú, a la vez que puede ser un punto importante para la política norteamericana en: Afganistán, Pakistán y en general hacia Asia Central.

Este anuncio no ha sido bien visto por Israel y los sauditas, hay que ver cuál será su reacción sobre todo si llega a darse un acuerdo entre ambos países. Irán es una potencia petrolera, y como bien sabemos la transición hacia autos eléctricos y hacia energías limpias, tomará más de tres décadas, por lo que Irán puede todavía jugar un papel importante en esa materia. Lo mismo que en el campo del gas natural, cuyo uso seguramente se extenderá por mucho mas tiempo. No debe olvidarse que Irán posee la tercera reserva mundial de gas.

Hay que estar pues al tanto de lo que ocurra entre estos países pues de los resultados de las negociaciones depende la estabilidad del Golfo en particular y de la región en general.