El estrecho de Ormuz

  • Román López Villicaña
En el Golfo Pérsico se concentra, hasta hoy, el 60% del petróleo mundial

*Profesor pensionado UDLAP

El Estrecho de Ormuz sigue siendo uno de los puntos de ahogo, mas importantes del mundo. Es y seguirá siendo una ruta marítima de primer orden, pues comunica, el corazón del Medio Oriente con el Océano Indico. En este océano llamado a ser muy importante en el futuro, se encuentran las costas del sur de Asia y toda la costa oriental del Continente africano, de donde saldrá en futuro gran cantidad de materia primas y a mediano plazo habrá importantes mercados para el comercio mundial.

En el Golfo Pérsico se concentra, hasta hoy, el 60% del petróleo mundial, y por el estrecho de Ormuz circula el 90% de las exportaciones petroleras de esa región. Es decir que por ahí pasa el 20% del petróleo que consume el mundo. En su parte mas angosta el estrecho tiene solo 21 millas náuticas, lo que lo hace vulnerable a un cierre solo soltando minas en dicho paso.

El estrecho, geográficamente tiene dos costas: la de Ras Musandaman que pertenece al Sultanato de Omán en el sur y en la parte norte toda la costa pertenece a Irán. La costa sur está escasamente habitada y los habitantes de ahí, quieren tener mas autonomía de Omán. Ahí se encuentra una base de comunicaciones que perteneció a los británicos y la han heredado los Estados Unidos. En la costa norte se encuentra la terminal petrolera iraní de Larak, construida luego de la guerra del Golfo, pues la de terminal de Kharg fue constantemente bombardeada por los iraquíes. La costa irania está poblada por emigrantes omaníes, por persas y por la minoría Baluche, pues la región ya es parte del Baluchistán iraní que busca autonomía tanto de Irán como de Pakistán. Además, cabe hacer notar que son sunnitas a los que pertenecen la gran mayoría de los musulmanes (facciones radicales de estos, son financiadas por los sauditas para que llevan actos de sabotaje contra su rival iraní) y no son chiítas como la mayor parte de la población iraní.

En caso de conflicto en esa región, quienes llevan la de perder serían en primer lugar: los europeos pues la mayor parte del petróleo que consumen proviene de esa región. De aquí la preocupación alemana por terminar el segundo oleoducto por debajo del mar Báltico, por el cual Rusia podrá exportar grandes cantidades de hidrocarburos a Alemania. Alemania podría así convertirse en centro de distribución regional de petróleo con lo que Europa se haría menos vulnerable a una interrupción del petróleo proveniente del Golfo Pérsico. Hoy sin el abastecimiento seguro de Rusia, Europa se vería afectado por precios exorbitantes del hidrocarburo.

China y Corea del sur y Japón, también se verían afectados pues mucho de su abastecimiento proviene de loa zona. La industria de la región se vería afectada por un alza radical de los precios de los hidrocarburos. Sería una buena medida contra China, pues los precios de sus productos de exportación se verían radicalmente elevados. China y Rusia no han terminado de construir los oleoductos que lleven el petróleo y gas siberiano a China, con lo que se reduciría su dependencia del Golfo Pérsico.

Afectado también se verían las economías de los países del Golfo, pues sus economías dependen de sus exportaciones petroleras, así como la mayor parte de sus importaciones también pasan por el estrecho de Ormuz. Irán con las sanciones de Estados Unidos, y la política de piratería británica, al decir del líder iraní Alí Khamenei, puede exportar cada menos petróleo de lo cual depende su economía. Si no puede exportar en los próximos días, no le importará cerrar el estrecho, del cual dependen también sus rivales sauditas y del Golfo. Un cierre del estrecho terminaría beneficiando a Estados Unidos, que cada vez depende menos del petróleo del Pérsico, ayudaría a su industria petrolera basada en el fracking que es costosa, le asestaría un rudo golpea a su competidor el euro, y les impondría un alto impuesto a las exportaciones chinas. Hay que estar pendientes de un posible cierre del estrecho y hay que estar atentos si a Irán le permiten exportar cada vez menos petróleo.

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Román López Villicaña

Doctor en Relaciones Internacionales por la UNAM, Maestro en Estudios de Asia y África por el Colegio de México y Maestro en Estudios de Estados Unidos de Norteamérica por la UDLAP. 

Profesor de tiempo parcial UDLAP.