La política energética en Norteamérica

  • Pablo Necoechea Porras
De nueva cuenta, el interés por tecnologías limpias y el abandono del uso de combustibles fósiles

Los objetivos de la política energética en Norteamérica han variado con el transcurso del tiempo. Nuevos objetivos han surgido para responder a las circunstancias económicas de los tres países, así como a los propios desafíos mundiales.

La creciente preocupación por el cambio climático ha llevado a Norteamérica a la formulación de nuevas metas en materia de política energética con el objetivo de reconsiderar sus estrategias energéticas, y poder así reducir sus emisiones de carbono. Cada país ha utilizado diferentes instrumentos de política para aumentar la eficiencia energética y estimular energías renovables con diversos resultados en la descarbonización de sus economías:

Las fuentes de energía canadienses están dominadas por la hidroelectricidad debido a sus grandes recursos hídricos. Le siguen la producción de gas y petróleo. El país tiene como objetivo exportar su producción a pesar de la incertidumbre de los bajos precios y la competencia.

Las fuentes de energía mexicanas están dominadas por petróleo. Históricamente, México ha sido un país enormemente dependiente del petróleo. Sin embargo, hoy en día, el país está aumentando la producción de gas natural como consecuencia del auge mundial del gas de esquisto. La reforma energética está abriendo la inversión en el sector a la iniciativa privada y fomentando el uso y producción de las energías renovables con la finalidad generar un sector energético competitivo.

Las fuentes de energía de los Estados Unidos están dominadas por el gas natural, lo que le ha generado precios estables de electricidad. Sin embargo, los Estados Unidos necesitan fortalecer su reciente resiliencia al cambio climático, comandada desde la Federación, para guiar al país hacia un futuro energético sostenible y asequible.

Canadá y los Estados Unidos han combinado políticas industriales con objetivos de descarbonización para generar crecimiento económico. Las políticas de I + D, junto con la creación de un mercado interno para las tecnologías renovables, han originado el aumento de una innovadora industria de las tecnologías renovables. Por otro lado, México ha sido dependiente de los combustibles fósiles como una fuente convencional de energía porque en su contexto es la fuente más barata. México está en la necesidad de desarrollar ventajas competitivas que lo impulsen a competir en el mercado global de energía.

Los tres gobiernos han optado por diferentes formas de formular políticas para dotar a una economía descarbonizada, considerando el contexto y las condiciones interiores de cada país, así como las perspectivas, diferentes visiones, y metas políticas en materia de seguridad y eficiencia energética.

El desarrollo de políticas industriales, energéticas y ambientales podría generar nuevas industrias y nuevas tecnologías energéticas para fomentar tanto el sector energético como la economía. El costo económico de la descarbonización es bajo en comparación con el crecimiento económico y el costo del impacto del cambio climático. El costo disminuye a medida que las tecnologías mejoran y las tecnologías con bajas emisiones de carbono pueden tomar muchos otros beneficios. Para asegurarse de que la reducción de las emisiones de carbono continúa, es necesario que el país genere y mantenga un entorno normativo que permita la transición energética y fomente la innovación para la creación de nuevas tecnologías limpias.

E-mail: pablo.necoechea_porras@kcl.ac.uk
Twitter: @pablonecoechea

Opinion para Interiores: