Las emisiones de carbono del mundo están comenzando a ser tratadas para cumplir la promesa del acuerdo de París sobre el cambio climático. Mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C requerirá que las emisiones mundiales netas de gases de efecto invernadero disminuyan dramáticamente. Hoy en día, el sistema energético del mundo está fuertemente basado en combustibles fósiles: el carbón y el petróleo representan aproximadamente el 30% de cada uno de los suministros energéticos totales y el gas un 20%. Sin embargo, es posible sacar el carbono de la economía mundial en los próximos años. La descarbonización tiene un valor económico agregado. Las economías urgen a disminuir la contaminación y a ser menos material intensivo para tener crecimiento sostenible procurando que la transición hacia una economía baja en carbono pueda generar crecimiento económico.

Algunos estudios analizan el impacto económico de la descarbonización  y han detectado los principales mecanismos que aceleraron la era de la industria del carbono como la revolución tecnológica, el crecimiento económico con el aumento de las actividades industriales y el crecimiento demográfico que significa una demanda creciente de recursos naturales. Los gobiernos tienen un papel fundamental en hacer posible la descarbonización. Es necesario discutir estrategias integrales para lidiar con la descarbonización industrial de acuerdo con las circunstancias de los países para promover el crecimiento económico regionalmente.

La magnitud de la descarbonización en Norteamérica difiere según el país, debido a diferentes objetivos políticos, contexto y circunstancias locales. Las políticas de Norte América han tenido en cuenta los recursos financieros y la motivación política para reducir las emisiones de carbono.

--Canadá se está convirtiendo en un exportador neto de energía. En el sector de las renovables, la descarbonización ha dado lugar a actividades económicas adicionales como los sectores de las energías renovables y la eficiencia energética. 

--En México, las políticas anteriores han limitado la industria nacional de renovables y de eficiencia energética. La seguridad del suministro en el país ha disminuido a medida que comenzó a importar más y el crecimiento de las energías renovables no es suficiente para satisfacer la creciente demanda de energía.

--Estados Unidos ha intensificado últimamente la producción del gas natural. Su diversificación y explotación de las fuentes de energía domésticas han aumentado la seguridad del suministro. Sin embargo, Estados Unidos necesita fortalecer su resiliencia al cambio climático para guiar al país hacia un futuro energético sostenible y asequible.

Los gobiernos han optado por diferentes formas de formular políticas para lograr una economía descarbonizada, considerando el contexto y las condiciones interiores de cada país, las perspectivas, las diferentes visiones, las metas y las opciones de política en materia de seguridad energética y eficiencia energética. Para asegurar la reducción de las emisiones de carbono, es necesario contar con un entorno normativo que permita la transición de las industrias intensivas en carbono y fomente la creación de nuevas tecnologías limpias.
 

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