Vulnerabilidad y condición de víctima

  • Lilia Vásquez Calderón
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La víctima se vuelve objeto cuando

brutalmente es dominada y sometida,

se le roba el gusto por vivir,

negando su condición humana 

En nuestra vida cotidiana los seres humanos desarrollamos una serie de rasgos de personalidad que nos permite adaptarnos al medio y circunstancias, ello nos garantiza mantener un equilibrio  y asumir un proyecto de vida, en una perspectiva de crecimiento personal. De tal forma que podemos encontrar personas seguras, exitosas, estables, amorosas con una orientación definida de lo que pueden hacer.

No obstante la vulnerabilidad de la nuestra existencia es algo inherente a la  condición humana y en buena medida muy común en nuestro vivir cotidiano.

La condición de víctima se expresa cuando una persona es agredida, lo cual da pauta a la existencia de un agresor, en el devenir  humano se expresa cuando  surgió la primera inconformidad por parte de alguno de ellos en contra de otro, o bien, de unos en contra de un sujeto en particular, según sea el caso, de acuerdo al aspecto de superioridad, ya sea de fortaleza o numérica, poniendo con ello en peligro su existencia.

La vulnerabilidad se expresa cuando puede dañarse con facilidad a una persona ya sea porque es frágil, indefensa, floja, insegura, inerme, indecisa. (Diccionario Larousse).

Por tal razón

  • Esta vulnerabilidad se presenta como una  inequidad que facilita el abuso de poder, exponiendo a situaciones de violencia a los grupos que socialmente son más vulnerables: las niñas, niños, adolescentes, mujeres embarazadas o personas en situaciones especialmente difíciles; adultos mayores; hombres y mujeres con  enfermedad física o mental discapacitante, o en desventaja, física, económica o cultural. (Norma oficial mexicana NOM-190-SSA1-1999,  Criterios para la atención médica de la violencia familiar.)

Lo cual trae como consecuencia que se genera un daño que podemos clasificar de la siguiente manera:

  • Daño Físico (biológico): Maltrato, agresiones que causan daño físico;
  • Daño Psicológico: la acción u omisión que provoca, en quien lo recibe alteraciones psicológicas y, llevadas al extremo, trastornos psiquiátricos;
  • Daño Social: Desprestigio y Humillaciones públicas sobre él mismo, su familia y su grupo de amigos;
  • Daño Moral: Duda sobre su solvencia (credibilidad) y duda sobre la honorabilidad de su comportamiento;
  • Daño Económico: Menoscabo patrimonio, posibilidades de desarrollo y autonomía financiera
  • Daño sexual: la acción u omisión mediante la cual se induce o se impone la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene incapacidad para consentir.

Lo cual altera la vida cotidiana de la persona y trae como consecuencia: 

  • Afectación en las actividades cotidianas
  • Trastornos en la ubicación de:
    • Tiempo
    • Espacio
    • Persona
  • Afectación en la autoestima
  • Afectación en su visión y capacidad para planear acciones a mediano y largo plazo
  • Afectación en la expresión de los estados (relatos) emocionales. está determinado  por ello en la familia debemos propiciar

Por ello lo primero que se arrebata a la persona es la confianza y seguridad en sí misma, ser o volverse víctima es algo muy sencillo,  en buena medida tiene que ver con falta de reconocimiento, rechazo, estigmatización, búsqueda de pertenencia, carencias afectivas, dependencia económica, pero sobre todo por el hecho de renunciar a lo más valioso que posee un ser humano su  dignidad, al ejercicio de  libertad y autonomía que son básicos para no generar un condición de víctima.

facebook: Lilia Silvia Vásquez

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Lilia Vásquez Calderón

Lilia Silvia Vásquez Calderón, Licenciada en psicología, maestra en derecho.

Coordinadora Académica del posgrado del  Centro de Ciencias Jurídicas de Puebla (CCJP)

Docente jubilada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, BUAP.