Las reformas que necesitamos para crecer

  • Ana Isabel Allende
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Nos encontramos en un momento importante para el país, estamos muy cerca de concluir reformas económicas que por diversas razones se habían postergado durante décadas sumiéndonos en una espiral negativa en donde perdimos la oportunidad de crecer como muchas economías emergentes lo hicieron.

La iniciativa valiente del Presidente Enrique Peña Nieto para reformar de fondo leyes anquilosadas que frenaban el desarrollo constituye un hecho histórico en el que las decisiones políticas están enfocadas al crecimiento del país y no a intereses de grupos económicos y políticos.

Muchas de las reformas que se están haciendo son impopulares pues tratan temas sensibles, intocables en otros tiempos. Sabíamos que las posiciones retrógradas, las inercias del pasado, las posturas dogmáticas y populistas tratarían de llevar agua a su molino utilizando este gran esfuerzo nacional como una bandera para denostar a la actual administración federal, y mantenernos en la eterna inamovilidad que no lleva ninguna parte.

En las cámaras de diputados y senadores se han expuesto las ideas y se han dado debates abiertos de cara a la población en donde todos los partidos han tenido algo que decir, de esta manera las reformas se han enriquecido e incluso se ha corregido cuando así ha sido necesario.

Toda vez que terminen los debates las iniciativas habrán de votarse, y se pronostica que en la reforma de telecomunicaciones será aprobada por una mayoría abrumadora. Sobre los beneficios  que producirán las reformas un reconocido comunicador comentaba lo siguiente:

“Porqué no comenzar a reconocer que las leyes a punto de ser aprobadas integran una pista de partida que proyecta indudables beneficiosa los consumidores y las audiencias, encumbra a una autoridad regulatoria, trae certeza jurídica no se mete con la libertad de expresión, garantiza el uso libre de internet, regula el espectro radioeléctrico, ordena el otorgamiento y prórroga de las concesiones, determina a los colosos como agentes preponderantes, elimina cobros en telefonía fija y móvil, entre otros beneficios”.

Las reformas económicas indudablemente deberán desatar la inversión productiva y apuntalar un crecimiento económico sostenido. Con la persistente debilidad del crecimiento de Estados Unidos y la necesidad de consolidar el mercado interno, no podría ser mayor la urgencia de concluir esta reforma y dar certeza jurídica a las inversiones en el sector de telecomunicaciones, para en seguida finalizar el proceso legislativo de la reforma energética en la segunda quincena de julio.

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Ana Isabel Allende
Diputada federal por el distrito VIII con Cabecera en Cd. Serdán
Secretaria de la comisión de Seguridad del Congreso