Célebre novela de Erich María Remarque que nos recuerda la terrible realidad de la guerra, vista desde el lado de los combatientes alemanes y que su trágico final nos permite trazar un paralelo con lo que experimentamos cotidianamente los habitantes de este precioso e injusto país.

El trasfondo de la novela se ubica en la primera guerra mundial y nos traza la vida de un joven idealista alemán que pasa por las diferentes emociones despertadas por su nacionalismo, debiendo así enfrentar la terrible realidad de una cruenta guerra para terminar decepcionado por la desgarradora realidad vivida en las trincheras.

El final de la obra es verdaderamente poético y su desenlace termina remarcando la indiferencia con las que todo sistema de poder refiere las tragedias personales; donde no caben los héroes, ni el sacrificio, ni el esfuerzo personal o colectivo; donde a pesar de las muertes el reporte de guerra concluye diciendo lo mismo: sin novedad en el frente.

Esto es lo que pasa en México, donde a pesar de la realidad cotidiana enfrentada por los mexicanos y los reportes de medios tan prestigiados como The Economist, o el ex-presidente Lula de Brasil, o la Coparmex y la fundación Adenauer y los reportes de ventas de las cadenas Walmart, el gobierno nos sigue reportando: sin novedad en el frente.

A esta misma conclusión llega el sistema político mexicano cuando se habla de la guerra contra el crimen organizado, o el incremento del Bullyng o la caída del PIB o el incremento de la deuda interna y externa, o la próxima reforma energética... ¡sin novedad en el frente!

Esto nos dicen siempre mientras todos estamos ciertos de que este país se despedaza.

Y tratándose de un realista-pesimista como yo, sé que lo mismo le dirán a los apasionados del futbol cuando después de una enajenante campaña promocional su selección quede ubicada en los últimos lugares.

¡Sin novedad en el frente!... como siempre... ¡perdimos!