¿Están pasados de moda los valores?

  • Carlos Alberto Juárez
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Resulta alarmante el poco interés que algunos estudiantes muestran en su formación profesional, y no solo en los que están próximos a graduarse, sino que el fenómeno se presenta en todos los niveles, inclusive en algunos estudiantes de posgrado.

Esto se ve reflejado en los procesos de selección de las empresas cuando organizan sus ferias de reclutamiento, pues algunos candidatos no muestran la solvencia académica que de ellos esperan los reclutadores.

Esto se puede deber a la poca conciencia de la problemática social existente y que parece no afectarles, pues de alguna manera tienen resuelto su futuro debido a que serán herederos del negocio familiar o hacen uso de su gran capital relacional en algunos casos.

En otros, resulta difícil entender que sin esta vida resuelta, no comprendan que al momento de graduarse estarán compitiendo con otros candidatos por pocos puestos de trabajo.

En el caso de posgrado, en donde uno supone un mayor grado de madurez, existen casos preocupantes de desinterés y malas actitudes que van desde la arrogancia hasta la soberbia y en muchos casos el interés está solamente en obtener “el papelito” lo que genera que los posgraduados sean de bajo perfil.

Esto afecta de manera sensible a las empresas, pues finalmente serán el recurso con el que contarán y del que se espera mucho para el desarrollo y la competitividad que día con día resulta más difícil de afrontar.

En muchos casos, la empresa resuelve este  problema de bajo nivel capacitando a su personal en áreas que considera deficientes o ausentes lo que retrasa su evolución en áreas propias de la empresa.

La pregunta sigue siendo el porqué del bajo interés. ¿Tendrá esto relación alguna con los valores que en la actualidad están pasados de moda?

¿Hacen falta más cursos de ética tanto en las escuelas  como en las empresas?

Es difícil ver como los valores como la honestidad por mencionar alguno, no significa nada, pues el objetivo es ser exitoso, sin haber definido previamente lo que esto puede significar e implicar, y la meta se reduce solamente a conseguirlo.

Lo podemos observar diariamente en nuestra clase política por tomar un ejemplo, que siempre tiene forma de justificar su falta de honestidad (si nos enteramos, pues la idea de la transparencia no ha sido bien entendida) y esto ha ido permeando a la sociedad de tal manera que cada vez se habla menos de valores y más de logros o éxitos.

Habría que regresar a los días del bien pensar para el bien hacer. Esto conlleva al bien tener que finalmente terminará en el bien estar.

¿Podrán los “exitosos” explicar su bien tener?

Regresemos a la tabla básica de valores en todos los ámbitos.

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Carlos Alberto Juárez

Es profesor de la UDLA desde 1981, empezando en el departamento de Ciencias y Matemáticas.

Trabajó durante doce años en el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) área Oriental de Comisión Federal de Electricidad como jefe de departamento de Programación y Equipos.

Es Licenciado en Ingeniería Electrónica y Comunicaciones egresado de la Universidad de las Américas. Tiene la Maestría en Sistemas de Información y Ciencias de la computación.

Obtuvo el grado de Doctor por la Universidad Politécnica de Cataluña con la mención “Excelente Cum Lauda”.