Con la ley bala, nuestros diputados se hicieron bolas.

La premura fue mala consejera.

Hubo displicencia, descuido, novatez, o de plano, entreguismo.

El indebido fast track, la vía rápida, produjo errores.

Los llevó al absurdo.

Al ridículo.

Y es que esta vez procedieron sin recato.

Aprobaron la nueva ley sin haberla analizado.

Sin reflexión ni cabildeo.

Sin ponderación alguna.

Sin medir las consecuencias.

Todo fue “en caliente”.

Dictamen aprobado.

Ya está.

Luego, las consecuencias.

Primero el asombro.

Y el escándalo.

Muy pronto, hastag en redes sociales.

El tema revoloteó por todos lados.

Desató protestas.

Se viralizó.

Trascendió fronteras.

Alerta roja.

La reacción.

Había que resarcir.

De un día para otro, los ajustes.

La enmienda que matiza, ablanda.

El Diario Oficial precisa, tranquiliza.

Tapado el hoyo, las aclaraciones.

La confusión.

Torpeza, por decir lo menos.

Culpables, faltan los culpables…

¿Quién, quién, quién…?

Y como siempre, la salida fácil.

“Fueron los medios, la prensa no preguntó”.

¡Ay, esos diputados…!

¿Qué decir del traspié de Franco Rodríguez

¿Inocencia?

¿Y de la ocurrencia de Pablo Montiel de culpar a la prensa?

¿Fue en serio? ¿Puede tirar la primera piedra?

¿Y de Jorge Aguilar Chedraui?

¿En verdad los medios “manchan su trabajo”?

¿Y de Víctor Giorgana?

¿Qué ahora habrá consulta ciudadana? ¿Para qué? ¿Qué no debieron empezar por ahí?

Muchas preguntas, muchas dudas.

¿Qué pasó en realidad?

¿Fue un albazo, complacencia o descuido?

Lo único cierto es que el Legislativo queda otra vez cuestionado.

Ahora ya es anécdota.

Los días parecen tranquilizar las aguas. 

Pero la historia lo registra.

No perdamos la memoria.

Valsequillo, un sueño

En los tiempos recientes, el rescate del lago de Valsequillo ha sido capítulo obligado en el discurso de políticos y gobernantes.

Palabras que el viento se ha llevado.

Decenas, centenares de estudios y proyectos empolvados.

Intentonas fallidas, promesas incumplidas.

Hoy, el tema está otra vez en la agenda.

Va en serio, se asegura.

El megaproyecto, de impacto regional, se afina.

Reforestación, vialidades, industrias, zonas habitacionales, complejos comerciales, restaurantes, hoteles…

Y desde luego, el lago limpio, cristalino.

Otra vez ahí una hermosa zona recreativa, atractivo adicional para el turismo.

Lugar ideal para el excursionismo, esquí, remo, pesca, ciclismo…

A sólo 30 kilómetros de la capital poblana.

Y como cerezas, Africam Safari y Tecali.

La tarea es gigantesca.

Como eje, el saneamiento integral de la Presa y sus vertientes.

Plantas de tratamiento para evitar contaminantes.

La extinción de los tapetes de lirio acuático.

Hoy la Presa de Valsequillo recibe casi 130 toneladas de contaminantes que provienen de los ríos Atoyac, Zahuapan, San Francisco y Alseseca.

Se quiere que recobre su función natural y alimente los campos de cultivo de todo el valle de Puebla, Tepeaca, Tecamachalco…

Aguas limpias para un entorno casi mágico.

Un sueño.

Que ya fue esbozado el fin de semana con la visita a Puebla de expertos y de inversionistas europeos.

Veremos.

AL OÍDO

Lo vi por casualidad.

Y fue fatal.

Ahora el exmandatario Vicente Fox de periodista.

Como entrevistador, pésimo.

La serie, cuyo nombre prefiero no recordar, la transmite Televisión Azteca en horario nocturno  y a nivel nacional.

Esta vez fue hasta el Congo, para dialogar con su Presidente.

Producción, contenido, conducción, ritmo, todo.

Todo pésimo.

¡Ay Chente!

Estoy en Facebook y mi twitter es @FelipeFloresNu