Hace no mucho tiempo, estaba ordenando algunos libros y al toparme con "El principito", recordé una frase de su autor, Antoine De Saint-Exupéry, que atinádamente reza: "El mundo entero se aparta, cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va".
Definitivamente esto es muy cierto, y viéndolo bien, no es difícil entender el porqué, a poco más de 15 meses de gestión de Enrique Peña Nieto, las puertas parecen cerradas, a pesar de que legislativamente, se generaron las que quizá sean, las llaves del cambio.
El tiempo ha transcurrido y la constante es la misma. Muchos cambios que se gestan en la ley y que la política aún no puede materializar.
La situación es inquietante, porque fue notorio que Peña Nieto, inició su mandato con un ímpetu incontrolable y a una velocidad sorprendente. Sin embargo, al paso del tiempo, nos muestra que no tiene un gobierno que camina, sino sólo un gobierno que da pasos.
Cuando se detuvo a la maestra Gordillo, en febrero de 2013. Se tuvo la impresión de que esto eliminaría la resistencia a la aplicación de la llamada Reforma Educativa, pero el paso del tiempo dejó en claro dos cosas: primero, que el regreso del PRI, reinstaura la politización de la justicia y la aplicación selectiva de la ley; es evidente que la detención fue una revancha, una venganza y una advertencia. Pero quizá lo más grave, es que los peores enemigos de esa reforma, están en el poder.
Desde el secretario de educación, que comete una pifia y luego comete otra, que ha dicho que se ha despedido a 200 maestros por faltar a dos clases, mientras que los reportes de prensa, señalan que en las marchas y plantones de la CNTE, en el DF y estados como Guerrero, Oaxaca o Chiapas, los manifestantes se contaban por miles y durante semanas. Se ha corrido a los que se ha querido correr.
Peor aún, es que mientras en la reforma constitucional se estipula la obligación de evaluar, la SEP decide suspender la aplicación de la prueba ENLACE, quizá el único instrumento de evaluación docente, y lo hace con argumentos carentes de sustento, construidos sobre sospechas y sin pruebas claras. Después, por la presión ejercida y con la característica debilidad de este gobierno, el propio secretario se ve obligado a revivirla.
El gobierno se niega a aplicar la ley educativa, que no fue fácil sacar adelante, y ahora enfrenta la mala leche de algunos gobiernos estatales, que se resisten a generar leyes locales que armonicen con la nueva legislación. Gobiernos a los que ahora se les enfrentará en la vía de la acción de inconstitucionalidad. ¿Cómo se le pide a un gobierno local, que haga una ley estatal acorde a una ley federal, que el gobierno de Peña Nieto se niega a aplicar?
Y es que este gobierno inició con prisa, pero sin rumbo.
Pasó todo 2013 en una serie de anuncios de reformas y programas que, en el mejor de los casos, se han quedado en acciones inconclusas y buenas intenciones, cuando no han sido instrumentos para el empoderamiento de grupos y medios para un corrupto despilfarro.
Porque el gobierno lanzó un programa insignia, la Cruzada contra el Hambre. Un programa mal implementado, que sólo le sirvió al presidente para atraer los reflectores y mostrar un rostro de caridad, ante una población pobre, cada vez mayor. En los hechos, sólo le sirvió al PRI en sus campañas de 2013 y ahora parece olvidado.
El programa, que no ha reflejado ningún avance en el combate al hambre, agrupó a los diferentes programas asistenciales ya existentes y no planteó una ruta a seguir, para que los pobres más pobres, pudieran tener una alimentación digna, para que los niños tuvieran una alimentación sana y para favorecer el consumo de los alimentos que produce el campesino mexicano, mediante rutas de distribución y mejores precios para que fueran adquiridos por quienes llevarían el alimento al mexicano que no lo tiene. Eso es una verdadera cruzada alimentaria.
El hambre se puede saciar con pepsicola y productos nestlé, pero el gobierno debe entender que no toda la comida es alimento.
El seguro de vida para jefas de familia, que no es un seguro, porque no tiene las características de estos, es excluyente y totalmente clientelar. Sólo aplica para los pobres, pero hay que ver qué se entiende por pobreza. Porque pobre es el apoyo que se da. En el caso de primaria, 500 pesos al bimestre. 8 pesos diarios. Apoyo miserable del que queda excluida la clase media, pues esta, aunque cada vez les sea más difícil la subsistencia, para estos efectos, no son pobres.
Una vergüenza es el despilfarro, pues el año pasado, este programa ejerció sólo un millón 61 mil pesos, pero la SEDESOL incrementó, por miles, las plazas burocráticas por necesidades de este seguro.
A la clase media, este año y el que sigue, se le dotará con televisores digitales, con el pretexto del apagón analógico y ya verá, que en los tiempos electorales.
La dádiva por el voto, seguirá siendo el mecanismo del PRI para obtener el sufragio. Se podrá criticar al partido, pero no dejemos de juzgar al ciudadano que sigue vendiendo su voto.
Y es que Peña Nieto lo puede hacer, porque ha sido hábil. Su secretario de hacienda y el perredismo legislativo, le dieron en septiembre pasado, todo el dinero que quiso.
Consumaron juntos el atraco al mexicano de hoy, vía impuestos. Consumaron juntos el atraco al mexicano del mañana, cuando aprobaron más deuda.
Y es que el gobierno no entendió que se necesita tener un punto de llegada, antes de ponerse a caminar.
El hambre se combate, cuando se combate la pobreza. Y esta se combate con crecimiento y empleo, algo en lo que el gobierno de la República, sale reprobado.
No ha entendido que los seguros, lo manejan las aseguradoras. Que al tiempo que garantizan sus productos, generan ahorro interno, empleos directos y forman trabajadores eficientes. La burocracia obesa, es una necesidad de su partido, no de la ciudadanía.
Y tan mal entienden el concepto de "seguro", que el gobierno lo distorsiona, al crear el relativo al desempleo. Uno lo solventan con dinero público, otro lo operarán con recursos del propio trabajador. La afectación de tomar recursos de la subcuenta de vivienda, para el seguro de desempleo, impactará en otros sectores de la economía.
Claro que hay buenas noticias. Una es que ya se declaró agentes preponderantes, en el sector de las telecomunicaciones, a Televisa y a América Móvil. Eso fomentará la competencia en el sector, seguramente una mayor inversión y quizá mejores contenidos. Es un logro de un órgano autónomo, que quede bien claro, no de Enrique Peña Nieto.
El abatimiento, ahora si, de Nazario Moreno, "El chayo", es muestra del combate a los templarios en Michoacán. Pero son situaciones aisladas, en un México convulsionado y aterrorizado por la delincuencia. México sigue nadando en sangre, parece que no era sólo por Calderón.
Sin embargo, estos casos, son pequeños movimientos de un gobierno que no entiende que caminar, no es lo mismo que dar pasos.
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