La incómoda eficiencia del gobierno federal
- Ana Isabel Allende
El pasado 22 de febrero fue detenido Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo” en un complejo de departamentos en Mazatlán mediante un operativo que podría calificarse como un “Golpe Quirúrgico” por su complejidad y precisión.
La manera en que fue dada la noticia revela que no se hará de este evento un circo mediático, sino que se le dará toda la seriedad del caso. Las diferencias con el modus operandi de la administración pasada son evidentes, ya que se ha evitado a toda costa dar a entender que esto es una guerra y mucho menos un show.
En este tenor es importante mencionar la actitud de Felipe Calderón quien dio la noticia en twitter antes de que el gobierno federal iniciara su rueda de prensa, rompiendo así con un protocolo no escrito de la política mexicana, aunque sorprendió el hecho de que felicitara al Presidente Peña Nieto por el “gran golpe” siendo que la captura del Chapo fue uno de los grandes pendientes de su administración.
En contraste, las declaraciones de Alejandro Sánchez, Secretario General del PRD, fueron de suspicacia con respecto al día de la detención y la posible mediatización de la captura de quien fuera señalado por los medios internacionales como el narco más connotado del mundo. O la actitud de Andrés Manuel López Obrador quien calificó el hecho como una cortina de humo para posicionar al gobierno ante la ciudadanía a través de los medios de comunicación. Se antoja casi imposible que este evento pase desapercibido para los medios y las redes sociales en México y el mundo, incluso las reacciones de la prensa internacional han sido muy positivas para con la actuación del gobierno mexicano.
Con esto, el pecado de omisión y el pecado de asociación (política) del sexenio anterior ya están tras las rejas, la captura del Chapo sumada a la de Elba Esther acrecentará la aceptación del Gobierno de México en la comunidad internacional y se ampliará su margen de credibilidad y maniobra a nivel nacional, aunque algunos actores políticos critiquen el hecho sin otra base que la pérdida de reflectores a causa de una incómoda eficiencia de las autoridades federales.
Lo verdaderamente relevante es que el gobierno de Enrique Peña Nieto está dando resultados mostrando un uso inteligente de la fuerza, pero sobre todo contundencia y eficacia en los momentos clave del acontecer nacional.