Vivir en este país

  • Fernando Rojas Cristerna
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Dicen, quienes saben de todo esto, que para que comencemos a ver los resultados de las reformas estructurales que se aprobaron en el transcurso del año pasado por lo menos deberán pasar 20 años.

Menudo asunto; si esto resulta ser cierto, mi generación no logrará ver los cambios que tanto anhelamos en aquellos preciosos años de los 60’s, cuando parecía que el mar era demasiado pequeño para tragarlo en un solo buche.

O sea que todo lo invertido en tiempo, esfuerzo y sangre, habrá sido prácticamente inútil, ya que entonces solo habremos sido testigos mudos del lejano estado de beneficio prometido.

Y como no dudar de los éxitos del sistema neoliberal impuesto por los gobiernos prianistas cuando el crecimiento del año pasado resultó ser solo del 1.3 % del PIB, lo cual traducido en cosas bien especificas resultará en menos del millón de empleos requeridos, el crecimiento de los precios de la canasta básica, un salario mínimo de caricatura, y el crecimiento del empleo informal y de la delincuencia organizada.

Mientras todo esto sucede, nuestra sociedad es bombardeada por una propaganda mediática que nos muestra familias agradecidas con los logros del sistema esperando el descenso de los gastos de luz y gas... ¿será esto posible?... ¿lo habremos visto alguna vez?

Cuando esto sucede en nuestro país, los trabajadores del vecino del norte reciben la muy grata noticia de que su salario mínimo recibirá un incremento sustancial que las hará ganar 10 dólares la hora, cosa que sin duda ya desde este momento está siendo valorado por los mexicanos más productivos que harán todo por cambiar de lugar de residencia con tal de sacar a sus familias de la pobreza y no intentar esperar los 20 años mencionados.

Si esto es real seguramente lo que podremos esperar es que cuando lleguemos a la tierra prometida, lo haremos con trabajadores de origen centroamericano ya que la mayoría de los mexicanos habrán pasado entonces a ser migrantes en EU,  quienes ganarán diez veces más  que en su país y en jornadas menos agotadoras que las más de 8 horas, sin descanso ni periodos vacacionales que sufrirán los mexicanos

Desde luego que la generación por venir no deberá preocuparse por sus hijos, ya que entonces podrá dejarlos en las escuelas de tiempo completo que ofrece la SEP, para dejarlos al resguardo del noble estado mexicano quien los transformara en los nuevos obreros esclavizados que el sistema habrá de necesitar.

No cabe duda que vivir en éste país requiere de valor y aguante, pero lo peor de todo es que las cosas no pintan nada bien.

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Agradecimiento:

Debo agradecer al Maestro Eduardo Rivera, alcalde saliente de Puebla, el haberme permitido colaborar durante su gestión como asesor en la Secretaria de Desarrollo Social y Participación Ciudadana sin duda me llevo grandes experiencias resultado del contacto con grupos ciudadanos y sus líderes quienes en su sencillez me enseñaron que nuestra sociedad se sostiene gracias a su esperanza en un país mejor.

Opinion para Interiores: