“La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás.”

Winston Churchill.

Los diputados o senadores plurinominales son: mal vistos por la muchos ciudadanos, satanizados por algunos medios, innecesarios para ciertos analistas políticos. Se ha discutido durante algunos años sobre esta figura de nuestro sistema democrático nacida en el sexenio de José López Portillo, en el marco de la reforma política de 1977.  Atribuida a Jesús Reyes Heroles, esta reforma constituyó un avance en el proceso de la democratización del país.

Uno de los argumentos utilizados para sugerir la eliminación de los diputados plurinominales es que no representan a la sociedad. Al no ser elegidos de forma directa por los ciudadanos, se considera que solamente son posiciones partidistas, por lo tanto atentan en contra de la democracia. A continuación daré razones del por qué los plurinominales deben existir en beneficio de la democracia.

Expondré un ejemplo para demostrar la necesidad de los plurinominales. Si existen tres opciones de voto en algún distrito (como generalmente sucede) y uno gana con el 40% de los sufragios, el 60% queda sin representación. Supongamos que estos porcentajes se repitieran en todos los distritos electorales a favor de un partido político. El resultado de lo anterior sería un Congreso dominado de forma total por una fuerza política, aunque sólo representara el 40% del electorado. Quedando un 60% del electorado, sin representación, todo un fracaso para la democracia.

Si en nuestro país no existieran los plurinominales el reparto de las curules, sólo en la Cámara de Diputados tomando en cuenta que habría 300 diputados, sería la siguiente: PRI 164, PAN 52, PRD 59, PVEM 13, PT 4, PMC 8 y  PNA 0. Con estos resultados existiría un Congreso de la Unión con el 54% de diputados del mismo partido cuando en los hechos este no obtuvo una votación de esa proporción, sólo basta recordar que nuestro presidente en su momento candidato del PRI, en la misma jornada electoral, ganó con un 38% del total de los sufragios.

Si comparamos como funciona en otros países la democracia, nos encontraremos con la presencia de los plurinominales. Me parece que al buscar el problema de representatividad que existe, nos equivocamos en la causa. Los partidos políticos han perdido su razón de ser: representar a una parte de la sociedad. Si estos órganos políticos hicieran de forma correcta su trabajo, no nos estaríamos preguntando si los plurinominales en verdad nos representan. La problemática es que en muchos partidos políticos se perdió el rumbo. Sin omitir que siguen colocando a personajes impresentables en las famosas listas de plurinominales, haciendo más criticable esta figura.

Si no nos sentimos representados por los diputados o senadores plurinominales, mismos que son elegidos por las distintas fuerzas políticas, creo que la aseveración correcta es que no nos sentimos pertenecientes a la parte de la sociedad que los partidos políticos dicen representar.