Millennials en la empresa familiar
- William Henry Steinwascher Sacio
Hoy quiero hacer evidente a usted un reto que ya están enfrentando las empresas familiares para poder incorporar a los miembros de la siguiente generación a la empresa y hacer la sucesión exitosa: sus hijos y nietos piensan diferente a usted, se comunican de manera diferente y tienen ideas con las que usted no concuerda. Los problemas entre miembros de la familia de diferentes generaciones siempre han existido, pero ahora estamos viviendo en un entorno con cambios continuos, muy frecuentes y cada vez más dramáticos, cambios que tardaban muchos años en el pasado y que ahora son normales para los jóvenes millennials.
Déjeme explicarle un poco más cómo son los millennials, aquellos que nacieron después de 1990. Para ellos la comunicación y la tecnología es algo de fácil acceso, cambiante e interactivo. Esto ha hecho que para ellos la distancia no tenga significado, están acostumbrados a interactuar con facilidad con personas de diferentes países, religiones, razas e idiomas. Para ellos escribir o comportarse de acuerdo a las normas culturales, académicas o sociales no es importante, lo importante es expresarse y comunicarse bien para lo que han desarrollado nuevos lenguajes, abreviaturas y comportamientos. También tienen y procesan mucha más información, experiencias y contenidos que las generaciones previas. Pueden tomar la información, imágenes, sonidos, texto y todo lo imaginable para transformarlos o combinarlos y darles una interpretación que exprese mejor lo que sienten o quieren decir. Este gran tamaño de información ha hecho que necesiten formas de filtrarlas y clasificarlas por un lado, y por otro que piensen de una manera no lineal donde procesan y asimilan mucha información a la vez y concluyen en ideas o resultados muy diferentes a las expectativas con las que empezaron sus pensamientos. Son jóvenes pragmáticos y realistas que valoran sus diferencias y capacidades individuales y tratan de expresarlas de maneras divertidas y personalizadas.
Estas son tan solo algunas características que tienen los millennials y que conjugadas con la existencia de Internet, redes sociales y dispositivos móviles aumentan la brecha generacional. Esta diferencia generacional es una fuente de conflicto, tanto en la empresa como en la familia, y que es necesario superar para poder ganar su atención y deseo de incorporarse a la empresa familiar primero, y luego asuman la dirección. Un error que cometen las generaciones mayores es tratar de transformar a sus hijos y alinearlos a sus creencias, valores y formas de pensar. La educación es fundamental, los valores y creencias también, pero esto no debe servir como herramienta para normar el comportamiento, deseos y pensamientos de nuestros hijos; sino como principios, referencias y lineamientos que esperemos ellos usen para su mejor crecimiento y desarrollo en el mundo, con sus problemas y profesiones.
Históricamente, cuando se ha tratado de imponer ideas, propósitos, conceptos o creencias a las generaciones más jóvenes el resultado ha sido de cambio y revolución. Cada generación ha manifestado su protesta con las estructuras existentes y las ha cambiado, en el caso de los millennials esto es más evidente. Si en su empresa o en su familia usted trata de imponer los puestos y formas de trabajo, responsabilidades y deberes, ideas y pensamientos, o productos y servicios el resultado va a ser negativo. Lo que logrará conseguir es el desinterés de sus hijos. Si el problema se limitara sólo a las diferencias generacionales entre padres e hijos podría decirle que no se preocupe y los desherede, el problema es que los millennials se están consolidando como el mercado potencial más grande del mundo. Entonces, empecemos comprendiendo a nuestros millennials en la familia como una forma de adaptar nuestra oferta de productos y servicios así como nuestros modelos de negocio al que será el mercado más grande del que dispondremos en los próximos años.
Los jóvenes millennials comprenden de manera natural su entorno, conocen las reglas de comportamiento, las necesidades, los gustos y las preferencias de su generación; y también son altamente adaptables a los cambios, son innovadores y persiguen distinguirse en su entorno. Los jóvenes en las empresas familiares brindan formas de interacción con el entorno, permiten innovar en medios de comunicación, productos y servicios, son fuentes de cambios, ideas e innovaciones. Capitalice estas oportunidades creando en su empresa condiciones que esta nueva generación valora, como son poder expresarse con cualquier tipo de dispositivo e interacción, hacer su función en la empresa divertida y significativa, tener flexibilidad y libertad de espacios y de horarios, expresar sus expectativas y deseos en los planes estratégicos de la empresa, fomentar y valorar sus iniciativas y propuestas de cambios, aspirar a un entorno más global y dinámico, entre otros retos.
Si nació usted antes de 1990 y llegó hasta este punto del artículo, comprendo si cree que esto es muy difícil y atrevido. Los que nacimos antes que los millennials vemos el mundo de manera diferente, lo vemos más estable y más estructurado, vamos a proteger nuestras inversiones, trabajos y logros, y evitaremos que jóvenes inexpertos pongan en riesgo años de duro esfuerzo. Lo invito a pensar dos cosas: La primera, usted también fue joven y su padre pensó lo mismo sobre sus ideas; y segundo, estos millennials tendrán hijos y sucesores y tendrán que comprenderlos. Lo mejor que puede hacer como padre mientras tanto es interactuar y disfrutar a sus hijos con los nuevos medios de comunicación existentes, invitarlos a proponer nuevas visiones del negocio y expresar cómo lo ven en el futuro y cómo les gustaría vivirlo. Tómelo como un proceso, proceso que nos tomará tiempo y dónde aprenderemos a través de ensayo y error.
Quedo a sus órdenes para compartir experiencias e inquietudes sobre procesos de sucesión y estrategia empresarial.
William Steinwascher
@billsteinwa
Opinion para Interiores:
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Consultor en empresas familiares, y profesor de asignaturas en diferentes universidades de México a nivel posgrado y pregrado. Doctor y Maestro en Ciencias Administrativas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, Maestro en Banca y Finanzas en la Universidad de Lima (Perú) y Licenciado en Administración en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Perú). Sus áreas de consultoría e investigación se enfocan al desarrollo de estrategias empresariales y financieras, gobernabilidad corporativa y sucesión empresarial. Ha publicado artículos sobre sus áreas de interés académico en revistas arbitradas, y presentado artículos en congresos nacionales e internacionales. En su experiencia profesional ha desempeñado funciones de Desarrollo de Negocios, Planeación Estratégica, Inteligencia Comercial y Administración de Ventas en instituciones de educación superior y en empresas de servicios medioambientales, construcción, telecomunicaciones y autotransporte. En su experiencia académica ha impartido clases de estrategia, finanzas, emprendimiento y gestión a nivel licenciatura, maestría y doctorado desde el año 2009.