La política entendida en términos de Maquiavelo
- Mario Ricciardi
Pasadas las elecciones locales en Puebla así como en otros trece estados mexicanos, llega la hora del análisis. Pensar en lo que vendrá en la política local y nacional, requiere reflexionar a fondo sobre la política en sí. Para ello, en este artículo se expondrá brevemente una noción sobre la propia política en relación a El Príncipe, misma que sirva para plantear escenarios posibles en el ajedrez del poder.
Siempre que se va a analizar el estado de las cosas en la política y plantear escenarios, antes que nada es preciso definir qué se entiende, justamente, por política. Aunque existen diferentes conceptos de la política, escoger una definición de ésta que la emparente estrechamente con el poder, es una opción válida para entablar un análisis coyuntural realista. Así, la ineludible selección es la concepción de la política fundada por la escuela de Nicolás Maquiavelo, cuya definición dice algo así: la política es el medio para hacerse, llegar o conquistar el poder, construir y cimentarlo, para luego afianzar y preservarlo. Por último, llega la etapa de ampliar o expandir el poder. Es decir, la política es un medio y el poder el fin o suceso.
En términos generales y en razón de la definición expuesta, la actividad política tiene tres momentos clave. Al principio está la conquista del poder; puesto que los vacíos de poder son muy raros, en todo caso muy breves en el tiempo, y por regla general el poder está siempre ocupado por alguien que jamás lo entregará gratuitamente. A la conquista le sigue la construcción política, mediante la cual el poder conquistado se afianza y avanza sobre los objetivos que su poseedor se ha propuesto. Por último, casi como corolario del primer momento, el poder necesita ser consolidado y defendido, ya que siempre será disputado por otros que también aspiran a ejercerlo. Aquí es donde se llega al punto de ampliar el poder, en la lógica que la mejor manera de defender lo obtenido y construido es a través de la expansión o el ataque.
Por lo anterior, se puede apreciar que el momento central, trascendente, de la actividad política llega con el momento de la construcción. Ese momento, el de la construcción de poder, es en realidad el que justifica –o no– a los otros dos. Es precisamente el momento, también, al que de alguna manera se refiere Maquiavelo con su famosa y casi siempre mal citada frase: “el éxito justifica los medios”. El “éxito”, no el “fin”. Es decir, el fracaso no justifica los medios, pero el éxito sí. Así, con el éxito que tuvo en Puebla la alianza de partidos encabezada por el PAN, se justificaron los medios empleados desde que la alianza llegó al poder, lo cual le da espacio para seguir construyendo y afianzando su poder, obvio en cánones de legalidad y legitimidad democrática. Eso es lo que hará, sobre todo el gobernador Moreno Valle, si se entiende a la política como se expone en este artículo, en sintonía con El Príncipe.
En resumen, analizar asuntos políticos y la coyuntura después de una elección requiere reflexionar en la política y entender de qué se trata. Así, pensando la política en los términos expuestos en este artículo, se pueden trazar escenarios políticos plausibles. En tal sentido, es factible que Moreno Valle y el PAN –como principal partido dentro de la alianza Puebla Unida– van a ir por todo el poder que la democracia permite. Es decir, llegaron al poder hace tres años por la vía electoral, construyeron poder y el éxito reciente en las urnas refrenda los medios utilizados, con lo cual afianzó su poder ante sus contrincantes. Ahora resta ver cómo el PAN y Moreno Valle buscarán expandir su poder local para llevarlo al tablero nacional. Es lo que les toca, sobre todo al gobernador que es, ya, uno de los referentes más prominentes del PAN a nivel nacional.