La inversión en el extranjero de las multinacionales mexicanas

  • William Henry Steinwascher Sacio

En esta semana se ha hablado en los medios y en política mucho sobre el atractivo y potencial que tiene México para atraer la inversión extranjera directa, inversión que es necesaria a importante para generar empleos y aumentar la capacidad productiva del país. Por mi parte, quiero compartir con ustedes brevemente la estrategia de entrada a mercados extranjeros que han ejecutado las empresas mexicanas como parte de su proceso de internacionalización y de inversión en el exterior. Estas estrategias de entrada de las que escribiré hoy son el desarrollo interno, las alianzas estratégicas, los joint ventures, y la adquisición de empresas, las explicaré y comentaré sus beneficios como sus desventajas.

La estrategia más empleada entre las 19 multinacionales mexicanas de mayor presencia global es la de adquisición, que ha sido la principal estrategia de crecimiento en el exterior del 74% (14) de las empresas,  e implementada en el cálculo general por el 85% (16) de compañías. Esta estrategia le ha permitido a las empresas mexicanas incursionar rápidamente en mercados nuevos absorbiendo a un competidor potencial en el país anfitrión. Estos competidores que las empresas mexicanas absorbieron no sólo les dieron instalaciones y capacidad productiva, también les permitieron adquirir una demanda y una participación de mercado existente, contar con productos y marcas posicionadas en sus mercados y un conocimiento del país anfitrión a través del recurso humano de la adquirida. Pero estos beneficios tienen un costo y requieren de fuertes inversiones y de liquidez suficiente para pagarlas, así como el riesgo de adquirir negocios complementarios e incorporar culturas organizacionales incompatibles con la cultura de la empresa compradora. Normalmente las empresas que crecen en los mercados internacionales a través de la compra de otras compañías también pagan un alto costo de desinversión cuando deciden retirarse de un país. Para que estas estrategias sean exitosas las empresas mexicanas debieron generar importantes ahorros rápidamente y ajustes en las estructuras organizacionales de las empresas adquiridas, esto con el propósito de desarrollar sinergias corporativas y economías de escala y alcance.

Lo opuesto a la estrategia anterior es el crecimiento a través del esfuerzo propio de la empresa, una forma de desarrollo interno muy cercano a un emprendimiento corporativo puro. Esta estrategia, empleada principalmente por el 21% (4) de las empresas, consiste en la apertura de instalaciones propias de la empresa en el país anfitrión. Este es un esfuerzo gradual que toma tiempo, permite financiarlo con recursos internos, es compatible con la cultura organizacional y permite ir evaluando la efectividad de las inversiones así como realizar desinversiones parciales. Las empresas mexicanas que han apostado por esta estrategia lo hicieron principalmente por la inexistencia de un competidor similar que pudiera ser comprado y encontraron que su modelo de negocios es competitivo en el país destino. Pero el desarrollo interno tiene los inconvenientes de agregar mucha capacidad productiva a la empresa y requerir tiempo para ser ocupada plenamente. Lo anterior se reflejará en largos períodos de espera para desarrollar economías de escala y de alcance, así como para recuperar las inversiones iniciales y diluir los costos fijos y los de coordinación internacional entre los ingresos de la empresa. Todo esto tendrá un impacto negativo en el desempeño y utilidades de las empresas, lo que no es conveniente cuando éstas se guían por metas de corto plazo en lugar de objetivos estratégicos de largo plazo.

Las empresas mexicanas que implementaron estrategias de adquisición son principalmente empresas de manufactura, mientras que las empresas que llevaron a cabo estrategias de desarrollo interno son mayoritariamente del sector servicios. Estas estrategias no son excluyentes ya que el 38% (6) de las empresas que ingresaron a mercados extranjeros a través de la compra de empresas luego implementaron estrategias de emprendimiento corporativo instalando sus propias plantas o instalaciones, muchas con el paraguas de una demanda garantizada y marcas reconocida. Por otro lado, la mitad (2) de las empresas que ingresaron a través de sus propias instalaciones a los mercados internacionales eventualmente adquirieron empresas en diferentes países para ir completando elementos necesarios en su cadena de valor o en su modelo de negocios.

Finalmente, sólo una empresa mexicana (de las principales multinacionales) ha basado su crecimiento a través de alianzas estratégicas como parte de su cadena de distribución; y tres multinacionales locales han incorporado las estrategias de entrada de joint venture junto con las de adquisición y desarrollo interno. A diferencia de las dos estrategias de las que hemos hablado, estas son estrategias colaborativas y requieren estrechos vínculos de confianza con empresas en el exterior. Las compañías mexicanas compartirán sus recursos y conocimientos en inversiones conjuntas con pares extranjeros que les brindarán conocimiento en mercados específicos y diversificación del riesgo. Tienen el inconveniente de tener que confiar en un desconocido, que con el tiempo se podría convertir en un competidor internacional capitalizando el aprendizaje de la sociedad o alianza.  Estas estrategias no han sido muy implementadas por las empresas mexicanas con mayor actividad internacional, pero pueden significar importantes áreas de oportunidad para empresas más pequeñas que quieren incorporar en mercados internacionales.

Con estas reflexiones de este último mes espero haber contribuido en el mejor entendimiento de la internacionalización de nuestras empresas mexicanas. Estos procesos no son exclusivos de grandes corporativos sino que puede ser la base de emprendimientos internos en pequeñas empresas familiares, tanto para el desarrollo de nuevos productos o servicios en el mercado local, o si requieren incursionar en nuevos mercados geográficos o diversificar su riesgo sistémico, o sus clientes requieren de su crecimiento internacional. Quedo a la espera de sus comentarios y consultas.

William Steinwascher

william.henry@itesm.mx

@billsteinwa

 

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William Henry Steinwascher Sacio

 

Consultor en empresas familiares, y profesor de asignaturas en diferentes universidades de México a nivel posgrado y pregrado. Doctor y Maestro en Ciencias Administrativas en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, Maestro en Banca y Finanzas en la Universidad de Lima (Perú) y Licenciado en Administración en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (Perú). Sus áreas de consultoría e investigación se enfocan al desarrollo de estrategias empresariales y financieras, gobernabilidad corporativa y sucesión empresarial. Ha publicado artículos sobre sus áreas de interés académico en revistas arbitradas, y presentado artículos en congresos nacionales e internacionales. En su experiencia profesional ha desempeñado funciones de Desarrollo de Negocios, Planeación Estratégica, Inteligencia Comercial y Administración de Ventas en instituciones de educación superior  y en empresas de servicios medioambientales, construcción, telecomunicaciones  y autotransporte. En su experiencia académica ha impartido clases de estrategia, finanzas, emprendimiento y gestión a nivel licenciatura, maestría y doctorado desde el año 2009.