Apunto de culminar el proceso se manifiestan en sentidos opuestos fuerzas que no habían participado y dejan como asignatura pendiente a las presuntas que llegarían en cualquier momento para inclinar la balanza.

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Ernesto Cordero, Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala de Calderón, Carlos Salinas, los ZZZ, las narcomantas, las amenazas, también tienen su pedacito de influencia en los escenarios de la elección el 7 de julio.

Y si existiera alguna duda sobre el tema, el gobernador y los partidos llaman a blindar las elecciones del próximo domingo.

Josefina vino a Puebla pero ano a la capital, fue a Tehuacán y dejó colgados a los panistas que habían anunciado su presencia en respaldo a Gali y compañía, o sea al gobernador.

Ernesto Cordeo, metido en un escándalo de derroche y gasto superfluo con dinero oficial no sería una buena compañía en el cierre de campaña este domingo, así que según versiones periodísticas de Reforma, fue desinvitado.

Margarita Zavala, la calderonista de mejor imagen, vino a respaldar aunque no por ello tendrá más votos el candidato.

Carlos Salinas de Gortari, con intereses en Puebla tampoco ha metido las manos, o por lo menos no se percibe que su influencia haya determinado inclinar la balanza para uno u otro lado, lo que deja abierta la especulación de que Puebla capital no es prioritaria para el escenario nacional, más complejo y con tiempo por delante para provocar los ajustes. Es decir si Moreno Valle gana estas elecciones, como todo lo hace suponer, los meses por delante no serán precisamente miel sobre hojuelas.

¿Por que no se ha dado un golpe certero al morenovallismo? Pues precisamente por que la imagen del gobernador no es tan vulnerable en este momento; ha sabido tejer los enlaces con los disidentes de Gustavo Madero, quienes toman posiciones contrarias y amenazan con romper las grandes decisiones nacionales y formar un nuevo bloque ajeno al maderismo, con luz propia. Luego entonces pegarle a Moreno Valle es pegar a ese nuevo panismo que empieza a cobrar fuerza.

Y luego está el asunto de las narcomantas atribuidas a los zetas y cuyos textos aparte de hacer relación a la venta de la plaza a otro grupo menciona una amenaza "manchar de sangre el domingo", un asunto que quiérase o no, está relacionado con dos hechos inmediatos, uno de ellos los cierres de campaña este 30 de junio, y el otro el día de las elecciones.

Varios de estos factores, de las otras fuerzas que intervienen, parecen tener un común denominador, desanimar a los electores a votar, lo que pondría más cerca de lo hasta ahora visto el escenario de un proceso en vías de reventarse.

Para culminar la ola de presiones de las otras fuerzas, apareció el sábado la presunta orden de aprehensión contra Tony Gali, un borrego del tamaño del miedo.

jesusmanuelh@mexico.com