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Grito hacia Roma de García Lorca llega a 27 lenguas originarias
La Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara se convirtió en un espacio privilegiado para honrar la diversidad lingüística, en especial con la reciente presentación de Grito hacia Roma, el emblemático poema de Federico García Lorca, traducido a 27 lenguas indígenas. Este acto no solo celebró la literatura, sino que también reivindicó el uso de lenguas originarias en la literatura contemporánea.
La escritora y gestora cultural boliviana, Calixta Choque, fue la encargada de la traducción al aimara, su lengua materna. La emoción de Choque al trabajar en esta traducción es palpable: “El idioma aimara ha sido ignorado, y cuando me dijeron que tradujera para mí ha sido una emoción”, expresó. Además, agregó que su involucramiento en traducciones desde 2022 a través de la revista digital Inmediaciones le permitió esta colaboración histórica con el Instituto Cervantes.
La edición especial de Grito hacia Roma, editada por la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM y el Instituto Cervantes de España, incluye traducciones a diversas lenguas originarias, como el náhuatl, guaraní, maya peninsular y tsotsil. Este esfuerzo multilingüe tiene un propósito claro: amplificar el mensaje de Lorca en tiempos de crisis, tanto en el contexto social como en el político.
Escrito a finales de la década de 1930, Grito hacia Roma es una crítica mordaz a la indiferencia de la iglesia ante el sufrimiento humano, en particular frente a problemas sociales como la Gran Depresión. El poema resuena con gran fuerza en la actualidad, como lo señaló Luis García Montero, director del Instituto Cervantes. “Lorca vio la crisis de Wall Street y el racismo que enfrentaban las comunidades negras en Nueva York. Las mismas desigualdades sociales que él denunció siguen presentes hoy”, destacó.
A través de las traducciones, el poema no solo se expande en sus formas, sino también en sus significados. Odi Gonzales, traductor al quechua, reflexionó sobre los retos de adaptar conceptos de un idioma a otro, mencionando cómo ha decidido preservar ciertos términos del español, como "elefante" o "manzana", debido a la falta de equivalentes exactos en quechua. Estos detalles lingüísticos subrayan la importancia de conservar las lenguas originarias como vehículos vivos de expresión.
La relevancia de este proyecto radica no solo en su contribución literaria, sino también en su capacidad para revalorizar las lenguas indígenas, que hoy enfrentan el riesgo de desaparecer debido a violencias estructurales y políticas. Según García Montero, esta edición es una respuesta a los tiempos que vivimos, donde el autoritarismo, el racismo y la amenaza a las democracias siguen siendo cuestiones clave en el panorama global. "Las lenguas maternas son una metáfora de primera necesidad", afirmó.
Esta edición especial ya está disponible en la Red de librerías de Libros UNAM y en su tienda en línea, invitando a los lectores a ser parte de un proceso cultural que reivindica tanto a la poesía de Lorca como las lenguas indígenas del continente. (LV)