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Huaquechula recibe a sus ánimas con altares monumentales
Este lunes 28 de octubre, el municipio de Huaquechula abrió sus puertas para recibir a las ánimas de quienes perdieron la vida en accidentes.
Conocida por sus altares monumentales durante la festividad de Todos Santos, esta demarcación preserva una tradición que mezcla elementos prehispánicos con prácticas religiosas.
Los altares de Huaquechula destacan por su estructura piramidal de tres niveles, alcanzando entre tres y cuatro metros de altura.
Adornados con papel picado y satín blanco, estos altares no solo son ofrendas, sino representaciones simbólicas de la vida, la muerte y la espiritualidad.
Este lunes 28 de octubre el municipio de Huaquechula abrió sus puertas para recibir a las ánimas de aquellos que perdieron la vida en accidentes. Este municipio, conocido por sus altares monumentales durante la festividad de Todos Santos, mantiene viva una tradición que… pic.twitter.com/7r1WRApRKY
— Periódico e-consulta (@e_consulta) October 28, 2024
Cada nivel tiene un propósito específico: el primero representa la vida terrenal, con objetos personales y comida del difunto; el segundo simboliza la conexión entre lo humano y lo divino, con imágenes de la Virgen y ángeles; y el tercero evoca lo celestial, coronado por un crucifijo.
Este año, una de las ofrendas más emotivas fue dedicada a Shelsey Ramírez Garfias, una joven de 17 años que falleció en un accidente automovilístico.
A las 14:00 horas, las campanas del exconvento de Huaquechula sonaron en su honor, acompañando a su alma con incienso, flores y ceras escamadas en su trayecto hacia el altar que prepararon sus seres queridos.
¡Vive la tradición en Huaquechula! El municipio está listo para presentar sus ofrendas monumentales que honran a sus seres queridos y envuelven la riqueza cultural de Puebla.
— Periódico e-consulta (@e_consulta) October 29, 2024
Vía @Jozeelinn pic.twitter.com/79k1pqF5e5
El altar de Shelsey, decorado en tonos rosa y adornado con mariposas, estaba lleno de sus dulces y platillos favoritos, reflejando su esencia alegre y delicada. A un costado, su familia también dedicó un pequeño altar a Coco, su gato, quien falleció poco después de perder a su dueña.
“Este altar se lo hicimos también a su gato Coco, ya que después de su muerte él se puso muy triste y ya no quiso comer, y a los pocos días murió”, comentó con tristeza Alejandra, madre de Shelsey.
Este año, la comunidad de Huaquechula ha colocado un total de 29 altares monumentales, esperando con fe la llegada de sus fieles difuntos. (APP)