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Histórica campana de Acatlán, en riesgo de ser sustituida
Una campana de 194 años de antigüedad, testigo de tres momentos históricos clave, presenta una fractura en la parte superior, por lo que ya no es repicada, y deberá ser sometida a una revisión para determinar si es reparada o sustituida por una nueva. La decisión será tomada por la Parroquia de San Juan Bautista y sus feligreses en Acatlán de Osorio.
Jorge Campuzano Rodríguez, historiador e investigador, subrayó que, debido a su alto valor cultural, esta pieza conocida como María, que pesa 3.5 toneladas y mide 1.60 metros de altura y 1.67 metros de diámetro, debería ser conservada en un espacio adecuado para su exhibición.
De esa, los visitantes y turistas podrían admirarla, y evitaría que su destino sea similar al del primer reloj de sol, que terminó arrumbado en una escalinata del inmueble religioso.
El 26 de octubre de 1826, el párroco José Buenaventura y Castro convocó a los fieles a contribuir económicamente para la compra, en la ciudad de Puebla, de 25 quintales de hierro, un quintal de estaño y cinco arrobas de hierro de Suecia.
Estos materiales, junto con níquel, oro, plata y cobre, fueron utilizados para la fundición de la campana.
Fue en 1830 cuando el artesano encargado cavó un pozo donde hoy se encuentra el zócalo de Acatlán de Osorio, lugar en el que instaló un horno para la fundición. La campana fue bendecida por Buenaventura y Castro el 12 de diciembre de 1831, en conmemoración del Tercer Centenario de la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Campuzano Rodríguez mencionó que fabricar una nueva campana tendría un costo aproximado de un millón 500 mil pesos. Sin embargo, será la comunidad católica la que decida si se repara la actual o se sustituye.
Por ahora, se ha dejado de usar debido al temor de que se caiga y provoque daños. También será necesario revisar la estructura donde está colocada.
El historiador destacó que la campana, que ha sido testigo de acontecimientos como la Reforma, la Independencia y la Revolución, dejó de repicar en febrero de 2024 para evitar más daños. Relató que, en su época, el sonido de la campana era tan fuerte que se escuchaba en comunidades como Amatitlán de Azueta y Hermenegildo Galeana.
Actualmente, para convocar a misa, se utilizan campanas secundarias. Campuzano insistió en que la campana principal, conocida como María o Campana Mayor, no debe ser destruida, pues su historia es muy extensa y está plasmada en la revista “300 años de la fundación de Acatlán de Osorio”, editada en 2012. (APP)