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¿Cómo cuidar a tu mascota del frío? Sigue estas recomendaciones

  • Mariana Velázquez
Protege a tus mascotas durante el invierno y evitar problemas de salud causados por las bajas temperaturas
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El invierno no solo afecta a las personas, sino también a los animales, quienes requieren cuidados especiales para evitar problemas como resfriados, congelación o incluso hipotermia. A continuación, te compartimos recomendaciones respaldadas por la Cruz Roja para garantizar el bienestar de tus mascotas.

Recomendaciones clave para cuidar a tu mascota en invierno

1. Reduce el tiempo al aire libre:

Evita que tu perro pase mucho tiempo fuera si la temperatura baja de 7 °C.

Protege sus orejas, patas y cola, ya que son áreas sensibles al frío.

2. Abrígalos adecuadamente:

Si tu perro es de pelo corto o pequeño, usa abrigos o suéteres al salir.

Al regresar a casa, sécalo bien y revisa sus patas para eliminar acumulaciones de nieve o hielo.

3. Asegura un refugio cálido:

Mantén a tus mascotas dentro de casa. Si esto no es posible, proporciona un refugio seco, aislado y protegido del viento.

Eleva el piso del refugio y utiliza paja o viruta para conservar el calor.

4. Cuida su alimentación:

Aumenta ligeramente las porciones de comida en invierno, ya que los animales gastan más energía para mantenerse calientes.

5. Protege sus patas y piel:

Limpia sus patas después de paseos, especialmente si han estado en contacto con sal o químicos usados para derretir hielo.

Usa botines o aplica vaselina para proteger sus almohadillas.

6. Precauciones adicionales:

Verifica motores de autos antes de encenderlos, ya que los gatos suelen refugiarse allí.

Mantén productos como anticongelante fuera de su alcance.

Cuidados especiales para perros mayores

Las mascotas de edad avanzada son más vulnerables al frío. Asegúrate de limitar su tiempo al aire libre, mantenerlos abrigados y monitorear cualquier síntoma de malestar.

Señales de alerta para acudir al veterinario

Consulta con un especialista si tu mascota presenta:

  • Temblores constantes.
  • Letargo o debilidad.
  • Piel irritada o enrojecida.
  • Signos de resfriado o dificultad para respirar. (MV)

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