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Bajo efecto de drogas delinquió la mayoría de los jóvenes hoy reclusos
El 67 por ciento de los adolescentes que actualmente que se encuentran en el Centro de Internamiento del Estado de Puebla estaban bajo los influjos de una droga cuando cometieron el delito por el que fueron detenidos, reveló el estudio Factores de Riesgo y Victimización en Adolescentes que cometieron Delitos de Alto Impacto en México de la organización Reinserta.
El estudio también subrayó que el 73 por ciento de los jóvenes internados no concluyeron el nivel básico de educación, mientras que el 48 por ciento tuvo la experiencia de un familiar en la cárcel.
Más de mil jóvenes internados por delitos de alto impacto
El estudio sostiene que hasta septiembre de 2018, en México había 6 mil 144 adolescentes en conflicto con la ley, de los cuales, mil 512 cumplen una medida privativa de libertad y de este número mil 460 se encontraban privadas de libertad por la comisión de un delito grave.
Reinserta señaló que el estudio se basó en encuestas a 502 adolescentes que purgan sus penas en los centros de internamiento los estados de Puebla, México, Ciudad de México, Yucatán, Michoacán, Tabasco, Guerrero, Nuevo León, Veracruz, Sinaloa.
De este número fueron encuestados 36 hombres y dos mujeres en el centro de internamiento del estado de Puebla.
Los delitos por los que los jóvenes en general enfrentaban una medida privativa de la libertad son homicidio doloso, feminicidio, secuestro, extorsión, trata de personas, robo con violencia, robo de vehículo, robo a casa habitación, secuestro, extorsión, robo a negocio, robo a transeúnte, narcomenudeoy violación.
La mayoría estaba bajo influjo de drogas cuando cometió el delito
El estudio subrayó que el 67 por ciento de los adolescentes internos estaba bajo los influjos de una droga cuando cometieron el delito por el que actualmente están internados. De estos el 21.3 por ciento consumió marihuana y 18.7 por ciento alcohol.
Asimismo, de los que ya habían estado internados por la comisión de un delito, el 32 por ciento estaban bajo los influjos de una droga cuando cometieron su primer delito.
De estos el 40 por ciento reconoció estar bajo los influjos de la marihuana y cocaína, mientras que el 40 por ciento únicamente con marihuanay en tercer lugar inhalantes 9 por ciento.
Baja escolaridad y pocos ingresos
Otro de los factores de riesgo identificados por Reinserta entre los internos fue su baja escolaridad, ya que solo 26 por ciento concluyó la educación básicaantes el internamiento.
Lo anterior implica que el 73.7 por ciento de los encuestados dijo que no terminó el nivel básico de educación antes de llegar al Centro de Internamiento. De estos el 92.3 por ciento refirió seguir estudiando en su centro de internamiento.
Su edad promedio es de 17 años y pese a su corta edad el 21 por ciento cuenta con uno o más hijos, en tanto que el 2.2 por ciento reporta una relación de pareja.
De igual forma, el 27 por ciento de las familias de los jóvenes que incurrieron en homicidio tenían ingresos de 3 mil a 7 mil pesos mensuales, lo mismo que el 40 por ciento de las familias de quienes incurrieron en agresiones y amenazas.
Las familias del 30 por ciento de quienes cometieron violencia sexual tenían ingresos menores a 3 mil pesos.
La mayoría de los jóvenes internos (79 por ciento) declaró haber tenido un empleo, de los cuales el 23.9 por ciento lo tuvo desde los 14 años.
En tanto que el 35 por ciento tuvo un trabajo informal y 18 por ciento tuvo actividades ilegales como fuente de ingresos.
Violencia y detenciones arbitrarias
Respecto a la violencia, el 36.4 por ciento reconoció que hubo violencia psicológica en su familia, mientras que el 20.4 por ciento dijo que hubo violencia física.
El 45 por ciento de los encuestados manifestó que convive siempre o casi siempre con personas que realizan actividades delictivas, mientras que cuatro de cada 10 adolescentes reconoció tener un amigo en conflicto con la ley.
“Es probable hasta en un 500 por ciento que aquellos que viven en un lugar con grupos delictivos, tienen más posibilidades de tener amigos con estas características”, destacó el estudio.
Asimismo, respecto a experiencias traumáticas el 48.4 por ciento señaló que tuvo un familiar en la cárcel y 44 por ciento perdió a uno de sus padres.
Por otro lado el 56.5 por ciento de los jóvenes fueron golpeados durante su detención, mientras 37.1 por ciento fueron aislados.
Reinserta recomendó tomar en cuenta los resultados para un mejor tratamiento de los jóvenes internados para que una vez en libertad puedan reconstruir sus vidas y no vuelvan a delinquir.