- Seguridad
A dos años de su crimen, feminicida sigue en libertad
Amada Barranco Barranco lleva dos años pidiendo justicia por el asesinato de su hija Araceli Vázquez Barranco, a quien su ex novio, Javier Mauricio Díaz, apuñaló seis veces y le cortó el cuello, y aunque la CDH Puebla acreditó la violación a su derecho a la seguridad jurídica, la Procuraduría sigue sin hallar al feminicida.
Araceli Vázquez, a quien sus seres queridos llamaban Chely, fue asesinada en Acajete el 13 de noviembre del 2013 por su ex novio Javier Mauricio, de 26 años y oficio albañil.
La señora Amanda vio salir de su casa a Javier Mauricio, le preguntó qué quería pero no hubo respuesta, inmediatamente después fue a buscar a Chely, la encontró tirada en el baño con el cuchillo aún en el cuerpo.
En ese momento salió corriendo a buscar ayuda a la presidencia municipal, pero los agentes no buscaron al asesino sino hasta cinco horas después porque no tenían órdenes.
Dos años de espera
El Taller AC, que acompaña jurídicamente a la familia de Chely, señaló en un boletín que pese a haber recurrido a todas las instancias institucionales, los policías ministeriales a cargo de la ejecución de la orden de aprehensión, siguen sin detener y presentar al feminicida.
La organización indicó que desde el asesinato los agentes ministeriales han presentado diversas excusas para no hacer su trabajo, entre otras: que no tienen los recursos para realizar la investigación y que temen que el feminicida esté armado.
Por ello la señora Amada Barranco, quien se dedica al trabajo doméstico, interpuso una queja el 25 de marzo de 2014 contra los agentes ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) tanto en órganos internos como en la Comisión de Derechos Humanos (CDH).
A través del expediente número 3169/2014-I, la CDH documentó y acreditó la violación a su derecho humano a la seguridad jurídica, el caso concluyó en conciliación a pesar de que la Policía Ministerial adujo que durante seis meses no hubo avances en el caso porque estaba sacando 35 juegos de copias de la orden de aprehensión para solicitar la colaboración a los diferentes estados del país.
Fue hasta abril de este 2015 cuando se integró por fin el expediente para solicitar la búsqueda de Javier Mauricio Díaz, a través de la Interpol.
Sin embargo no se ha logrado la captura del feminicida a dos años de la muerte de Chely.
Un feminicidio más
Araceli Vázquez Barranco tenía 23 años cuando su ex novio la mató. Estaba a punto de recibir su título como Ingeniero Textil, en la BUAP, después de pagarse la carrera realizando trabajo doméstico y vendiendo productos de limpieza en su colonia.
Desde hace dos años su madre ha pedido justicia para su hija, a través de marchas, con quejas por violaciones a derechos humanos y en eventos académicos.
No es el único caso de impunidad. De los 20 feminicidios que reconoce la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Puebla sólo uno ha recibido sentencia, de acuerdo con datos del propio Tribunal Superior de Justicia del estado.
El Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) documentó 151 posibles feminicidios, de 2013 al 31 de octubre de este año.
Es decir que, en el mejor de los casos, Puebla tiene un 95 por ciento de impunidad en materia de feminicidios y, en el peor, llagaría hasta 99.3 por ciento la impunidad.
Desinterés del gobierno
A pesar de que la CDH estudia la posibilidad de pedir la alerta de género para en estado de Puebla, después de que a finales de agosto de este año desapareciera Paulina Carmargo Limón, de 19 años de edad y 18 semanas de embarazo, El Taller señaló que existe poco interés gubernamental en resolver los feminicidios.
En el comunicado de prensa la asociación civil cuestionó: "¿Qué puede hacer una persona sin recursos económicos ante una injusticia de este tipo?, ¿callar?, ¿esperar el paso de los años a ver si llega la justicia?, ¿hacer justicia por su propia mano?, ¿gastar los pocos pesos con los que cuenta para exigir justicia?, ¿no pueden el gobernador Rafael Moreno Valle y el procurador Víctor Carrancá localizar y aprehender a un feminicida de escasos recursos, bien conocido en su comunidad, de oficio albañil, o NO QUIEREN, o simplemente NO LES IMPORTA?".