Equilibrar el presupuesto de la BUAP
- Guadalupe Grajales
El pasado 23 de noviembre apareció en el periódico La Jornada un artículo del doctor Hugo Aboites titulado “El aviso en el presupuesto”. Aquí, el doctor Aboites nos ofrece un diagnóstico de lo que considera la política gubernamental respecto a la educación superior universitaria, pues “con 85% que se otorga al proyecto de las Universidades del Bienestar, se anuncia algo que también viene desde el recién concluido sexenio: que sí hay una educación superior alterna capaz de ir ocupando un lugar clave en las preferencias gubernamentales. Así, el problema no es sólo de una reducción coyuntural sino el de una visión y tendencia a mediano y largo plazo que ya no pasa por la ruta de las autónomas e instituciones semejantes.”
Aunque en otro artículo del 16 de noviembre del mismo periódico aparece un aumento del 92.94% a las Benito Juárez, éstas no son las únicas universidades a las que la doctora Sheinbaum se ha referido con motivo de la presentación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2025. En la “Mañanera del Pueblo” del 21 de noviembre pasado aclaró el propósito de su gobierno de fortalecer específicamente a tres sistemas de educación superior: el de las Benito Juárez, el de la Rosario Castellanos, a la cual denominó Nacional, y el de las Universidades de la Salud.
Es indudable que el “error” admitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la elaboración del Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación respecto al gasto asignado a la UNAM y al Instituto Politécnico Nacional no sólo obedece a una redistribución del gasto previsto para Educación, sino ante todo a la determinación de mantener un incremento mínimo a las universidades autónomas, equivalente a la tasa de inflación del 2024, al parecer del 3.5%, por lo menos en el caso de la UNAM.
En la misma Mañanera la doctora Sheinbaum habló de la necesidad de establecer un programa de austeridad republicana en las universidades públicas, “que se dejara de destinar tanto recurso a la burocracia universitaria y que se destine a las funciones sustantivas de las universidades que son la docencia, la investigación y la difusión de la cultura”.
La doctora Sheinbaum abundó: “la educación pública es un derecho, no es una mercancía y no es un privilegio para los que puedan pagar. … Los gobiernos de la cuarta transformación queremos mejorar la educación con una visión humanista, de recuperación de nuestra memoria histórica …más espacios para que las jóvenes y los jóvenes mexicanos tengan derecho a estudiar... Eso en esencia es lo que está en el fondo del asunto.”
En realidad no podemos sino estar totalmente de acuerdo con la Presidenta de México cuando señala la necesidad de redirigir el gasto de nuestra universidad. Si atendemos al Presupuesto de Egresos aprobado para el 2024, en el “Analítico de plazas” se advierte cómo el número de plazas para el Personal No Académico de tiempo completo es de 4323; mientras que las asignadas al Personal Académico de tiempo completo es de 2181. ¿Cómo es posible que los académicos de tiempo completo sean apenas el 50.45% de los no académicos? ¿Que haya dos no académicos por cada académico? En cuanto a su remuneración, el no académico percibe mensualmente desde 6,223.20 hasta 99, 776.58 pesos; mientras que el académico percibe desde 6,292.84 hasta 32,033.66 pesos. ¿Cómo es posible que el salario más alto del académico sea el 32.1% del salario más alto del no académico? ¿Que el no académico gane tres veces más que el académico?
Esta composición del gasto universitario es lo que ha generado y justificado la creación de otros sistemas de educación superior pública no autónoma.
También estamos totalmente de acuerdo con la doctora Sheinbaum en que la matrícula del nivel superior debe ampliarse y aquí el doctor Aboites propone: “para atender a muchos más estudiantes …es necesario contratar a muchos más profesores-investigadores …aumentar el personal de apoyo de base y beneficiar su tabulador. Asimismo, mejorar las condiciones de estudiantes …y disponer de amplios comedores. Para hacer posible todo esto, revisar los montos de las becas y estímulos a los profesores y volver permanente y estable …una parte de estos ingresos.”
En otras palabras, las universidades autónomas tienen toda la capacidad de ampliar su matrícula, establecer procedimientos distintos al examen de admisión para admitir a sus estudiantes y mejorar sus condiciones de estudio; pueden proveer estabilidad laboral a los(as) profesores(as) hora clase que en nuestra universidad ascienden a 5163 personas; pueden implementar un programa de transformación de becas a docentes en parte de su salario.
Lo que el gobierno no puede hacer es apostar todo a los nuevos sistemas de educación superior pública, pues justamente la visión humanista y la recuperación de la memoria histórica son posibles en el marco de la autonomía concretada en la libertad de cátedra y de investigación, pero también en la definición de su organización académica y política.
¿No les parece a ustedes de la mayor importancia emprender un esfuerzo conjunto entre el gobierno en sus distintos niveles y las universidades autónomas para ofrecer a los(as) jóvenes mexicanos(as) la posibilidad real de ejercer su derecho a una educación integral y gratuita?
Opinion para Interiores:
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Licenciada en Filosofía por la UAP con Maestría en Filosofía (UNAM) y Maestría en Ciencias del Lenguaje (UAP). Candidata a doctora en Filosofía (UNAM). Ha sido coordinadora del Colegio de Filosofía y el posgrado en Ciencias del Lenguaje (BUAP), donde se desempeña como docente. Es la primera mujer en asumir la Secretaría General de la BUAP.