Lalo y Adán: ¿bien o mal?

  • Elmer Ancona Dorantes
En esta Entrega-Recepción los resultados han sido más positivos que negativos para todos

Faltan unos días para que la administración de Eduardo Rivera-Adán Domínguez concluya; ha sido una sola gestión administrativa (2021-2024), aunque por cuestiones electorales parecen dos, como “un antes y un después de Lalo”.

¿Gobernaron bien? ¿Dejaron satisfechos a los poblanos de esta emblemática ciudad? ¿Tuvieron aciertos significativos? ¿Fallaron en muchas cosas? ¿Cumplieron o decepcionaron al común de los ciudadanos? Hay diversos planteamientos en el aire.

Desde mi punto de vista que pretende ser imparcial, veraz y frío -aunque subjetivo-, los poblanos podrían quedarse tranquilos porque en esta Entrega-Recepción los resultados han sido más positivos que negativos para todos.

Es inútil plantear cómo recibieron los panistas al municipio de Puebla de manos de Claudia Rivera Vivanco, no tiene caso remontarse a esa administración. Aquí lo que se pretende es valorar cómo deja al municipio la coalición PAN-PRI-PRD.

Sin caer en números abundantes o estadísticas innecesarias para este artículo, bien se puede percibir que la gente de Puebla capital se queda con una buena imagen de esta administración.

Es cierto, las torrenciales lluvias de estos últimos meses han dejado las calles de Puebla bombardeadas, y eso ha generado molestia en la gente de diversas colonias; no obstante, todos sabemos que en esta temporada eso pasa en muchísimas calles de México, aún de las mejores capitales del país. Eso tiene solución a corto plazo.

De la inseguridad en el municipio mejor ni hablar, porque todos sabemos cómo a nivel nacional, desde las altas esferas del poder, se deja correr el paso de las drogas y se tolera el actuar de los grupos criminales, decisiones que afectan a todas las regiones del país.

También es cierto que los poblanos vieron dos perfiles políticos diferentes en la administración municipal y eso les pareció algo extraño: a Lalo Rivera siempre lo percibieron más carismático, incluso me atrevería a decir que la gente de esta ciudad le tiene un gran aprecio y cariño.

Adán Domínguez, por su parte, recibió una papa caliente de su antecesor y tuvo que someterse durante diez meses a una enorme prueba: igualar o superar los estándares de calidad de su correligionario.

Desde mi punto de vista, Adán hizo lo mismo que Eduardo Rivera en temas de obras y servicios públicos, pero le llegaron las tormentas naturales y sucesiones políticas muy difíciles de controlar. Eso ha sido aprovechado por sus detractores para dañar su imagen.

Como ciudadano, durante estos tres años de gobierno municipal vi mucha remodelación de parques, avenidas y centros deportivos; vi extensa actividad turística nacional e internacional; corroboré diversos apoyos económicos a los emprendedores y muy en especial a las mujeres poblanas. Eso fue un “hitazo”.

Para este espectador social, las gestiones de Lalo Rivera y Adán Domínguez arrojaron un balance positivo que se podrá corroborar con el paso del tiempo; sólo los ciudadanos podrán refrendar o despedazar este punto de vista, votar a favor o en contra de estos dos políticos de origen panista.

En conclusión: como ciudadano yo si doy un visto bueno a la administración que concluye; me encanta la ciudad, me siento contento y tranquilo en ella, saboreo su Centro Histórico que está de diez.

Ojalá y las administraciones venideras también hagan lo mismo, trabajar bien y con dedicación, porque aquí todos deben salir ganando: quienes dejan el poder, quienes entran a gobernar, y principalmente, siempre, los ciudadanos que deben estar más allá de los intereses políticos facciosos. Los falsos detractores y aburridos prestanombres son otro rollo.

@elmerando

 

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública (IAP) y maestrante en Ciencias Políticas por la UNAM. Catedrático. Ha escrito en diversos medios como Reforma, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.