Biden y Kamala: el cambio de relevo

  • Jorge David Cortés Moreno
Urge a los demócratas nuevos liderazgos, aunque parece que tardarán en incubar a una gran líder

Cerca de cinco minutos duró la ovación que recibió Joseph Biden, presidente de los Estados Unidos, en el marco de la pasada Convención Nacional Demócrata en Chicago la noche del 19 de agosto. En un evidente acto de cierre de filas, Biden dio todo su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris.

El evento tuvo un doble significado: una transición tersa de la estafeta por parte de Biden hacia Harris y, el evidente cierre a la carrera política del actual mandatario, por poco más de medio siglo.

Biden dio un largo discurso y una notable parte de este fue dirigido a Donald Trump. El presidente siguió la “doctrina Tim Walz” y le dio con todo lo que tuvo al magnate: lo menos que dijo es que “con Trump, los nazis y los supremacistas se envalentonaron, porque lo vieron como un aliado”.

Biden y Harris no fueron las únicas estrellas en el Estadio United Center. En medio de un notorio aparato de seguridad, justificado considerando el atentado contra Trump por parte de un francotirador, apareció Hillary Clinton, una de las incuestionables lideresas del movimiento demócrata en los Estados Unidos.

No pocos analistas en la Unión Americana coinciden en que más allá de la contienda por la Presidencia de los Estados Unidos, los demócratas están trabajando duro en torno a la reconciliación y la unión.

Haciendo de lado las figuras de los Obama y los Clinton, el liderazgo de Biden no logró permear del todo al movimiento político que representa, que ha sido avasallado por Trump y por una oleada de errores fundamentales por parte del Partido Demócrata.

Nadie duda que Biden ha hecho algunas cosas, pero difícilmente será recordado en la misma estatura de liderazgo que Obama ha mostrado con su conocimiento espectacular de los resortes que mueven al pueblo estadounidense o la capacidad negociadora de William Clinton en momentos complicados.

Las comparaciones son odiosas, pero Biden difícilmente llenará los zapatos del tercer liderazgo demócrata en medio siglo, después de Obama y Clinton. En ese tenor, Harris tampoco luce con material para hacerse de ese tercer sitio, pero lo que sí es un hecho es que tiene capacidades para arrebatarle a Trump la victoria electoral.

La triste conclusión es que el Partido Demócrata tardará un rato en incubar a una nueva gran líder, aunque eso no significa que no puedan ganar la Presidencia. Requiere recuperar la esperanza de un pueblo dividido, presionado y angustiado por las contradicciones de la economía estadounidense.

De esta manera, las grandes minorías sociales en los Estados Unidos buscan recuperar la esperanza por algo mejor que los lleve nuevamente a nuevos horizontes que jamás hayan alcanzado, tanto las comunidades afroamericanas como latinas lo suplican. Así coincidiendo con la Convención Demócrata, el equipo de campaña de Kamala Harris puso en funcionamiento un canal de WhatsApp para el público latino, “Latinos con Harris-Walz”, para establecer un enlace con este sector influyente en los Estados Unidos y poder tener voz y fuerza en la campaña por venir.

Julie Chavez Rodriguez (sin acentos), una de las operadoras clave de la campaña demócrata, fue la portavoz que anunció el lanzamiento del canal con un video. Chavez Rodriguez es nieta del histórico líder sindical César Chávez.

En el canal de WhatsApp, los usuarios recibirán videos, comunicados y notas de voz en forma diaria, con el evidente propósito de la persuasión electoral pero también para combatir la oscura y espesa propaganda negra que se espera desde el lado republicano y del cuarto de guerra de Trump y sus asociados.

La realidad es que los demócratas no andan errados con el WhatsApp y los latinos: el Centro Pew ha señalado largamente que casi el 55 de los adultos hispanos usa dicha aplicación, muy por encima del 31 por ciento de los adultos negros y no se diga de los blancos, con 20 por ciento.

Así, puede decirse que formalmente inicia la guerra entre dos partidos y dos expresiones políticas, pero también significa la nueva capacidad proactiva de gestión narrativa de los demócratas para contener las campañas de odio y desinformación que se vienen hacia las comunidades latinas y afroamericanas. 

Como ya se dijo, la Presidencia de los Estados Unidos es solo una parte del botín que le conviene a los demócratas. Urge que haya nuevos liderazgos en su interior y al parecer, van a seguir huérfanos por una temporada.

 

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Jorge David Cortés Moreno

Profesor-investigador con posdoctorado en  Administración, Políticas Públicas y Gobierno  (New Mexico University), con estudios de Doctorado en Ciudad y Territorio (Universidad de Valladolid, España); maestro en  Comunicación Política y Gobernanza (George Washington University) y maestro en Ciencias Sociales (El Colegio Mexiquense). Ha sido docente y autor de artículos académicos y coautor de más de siete libros.