Rivera y Riestra, un inicio incierto en sus campañas
- Pablo Ruiz Meza
Eduardo Rivera Pérez y Mario Riestra Piña llegan derrotados a la campaña electoral constitucional por la gubernatura y la alcaldía poblana, respectivamente.
Y no solo les afectarán las defecciones de cinco diputados locales y cinco presidentes municipales priistas, acicateados por la incongruencia e inmoralidad de Jorge Estefan Chidiac.
Los panistas llegaran derrotados porque un fenómeno similar al del PRI ocurre en las filas albiazules en municipios y regiones del estado; militantes han migrado a Morena y con sus aliados.
El único responsable del fracaso electoral anticipado es del propio candidato opositor a la gubernatura, Eduardo Rivera Pérez, que con el control de la dirigencia del PAN, ha excluido a panistas.
Además de acabar con la disidencia interna excluyéndolos de candidaturas, hizo cuentas alegres con los votos del principal partido aliado, como el PRI, que se ha desfondado con la fuga de diputados, alcaldes y figuras prominentes de ese partido.
De confirmarse la tendencia en Morena a favor de postular Pepe Chedraui como abanderado en la alcaldía de la capital del estado, se volcará el respaldo del sector empresarial.
Entre las candidaturas del panista Mario Riestra y el priista converso a Morena, Pepe Chedraui, un segmento electoral importante de la clase media y alta se volcarán a su favor.
Empresarios poblanos, incluidos aquellos identificados como con el panismo, como la familia Regordosa, están dispuesto a abrir sus billetetras para invertir y financiar la campaña del empresario textilero.
De acuerdo a las primeras estimaciones, el PAN, PRI y partidos aliados estarían perdiendo dos a uno en la ciudad capital y la zona metropolitana.
Empero en los municipios de importantes regiones del estado, la ventaja es mayor al ubicarse Morena con una ventaja de tres a uno, lo que perfila una paliza para la oposición.
Rivera Pérez, como candidato a la gubernatura, con el control de la dirigencia del PAN a través de Agusta Díaz de Rivera, ha errado en los cálculos y se hunde con las cifras propias y de sus aliados.
“Lalo” -como le dicen sus allegados, partió de la hipótesis de que en la elección pasada el PAN, PRI, PRD y PSI tuvieron más votos que Morena y aliados juntos, en alcaldía y diputaciones.
Calcularon tener un 52 por ciento y un 48, PAN y PRI, en los comicios locales del 2021, pero ese resultado lo logaron con actores políticos que estaban en ese momento como José Luis Márquez, en Zacatlán y otros, que aportaron parte a este momento, pero esos actores ya están en Morena.
Pero no solo eso le ha fallado Rivera Pérez, además de desdeñar a panista que hacen trabajo a ras de piso, porque no son de su grupo, otros tantos, exalcaldes principalmente, migraron con todo y base social a Morena y sus partidos aliados, o bien postuló candidatos débiles de la alianza.
Eduardo Rivera empezó su precampaña a la gubernatura dándose balazos en los pies.
Hay una parte del PAN que se movió a Morena y a partidos aliados como el PVEM, como ocurrió con Toni Gali a una diputación federal, o Toño Vázquez, en Teziutlán, quien también será candidato a la alcaldía por el Verde (PVEM).
Otros ejemplos más de panistas que migraron a Morena: el expresidente municipal de Tochtepec, está con Armenta; los mismo que el exmunícipe de Soltepec.
Entonces, parte del PAN ya está con Armenta-Morena, la relación de fuerzas y votos ya se movió al oficialismo en el estado.
Dicho de otra manera, los candidatos opositores por la gubernatura y la alcaldía poblana, Eduardo Rivera y Mario Riestra, tienen un frente opositor de “marcas” y “emblemas”, PRI y PAN, pero sin militantes ni votantes en municipios y distritos electorales.
Para agravar la situación, “Lalo” Rivera apostó por en candidatos de otros partidos y los cercanos a él que hoy regresan como abanderados.
Por ejemplo, Andrés Macip, exdiputado plurinominal hace muchos años, de Teziutlán: fue candidato a regidor de Nueva Alianza en la elección pasada, pero no llegó; hoy es el candidato a la presidencia municipal en el PAN en Teziutlán, con el panista Toño Vázquez, jugando por el PVEM.
En este contexto, Teziutlán con Carlos Peredo Grau y su bloque Morena-PT, y con Toño Vázquez, en el Verde, le van a dar el triunfo en esa región a Alejandro Armenta.
Los mismo ocurrirá en Xicotepec de Juárez, con Carlos Barragán Amador, de aspirante independiente es ahora abanderado de Morena a esa alcaldía; y con la hija de Ardelio Vargas a la diputación federal, Lupita Vargas, esa región se pinta de guinda, y el PAN se queda solo con Venustiano Carranza, con Los Valencia.
El PAN, su candidato a la gubernatura y la dirigencia estatal, no entendieron que dentro de cada partido hay grupos.
Y cometieron aberraciones de ceder candidaturas como en San Martín Texmelucan donde el abanderado será del PSI que en las pasadas elecciones obtuvo 900 votos, contra los 4 mil 500 del PRI y los 9 mil votos del PAN. El resultado: un candidato débil.
Pero no solo eso, en el PAN se impuso la “cuota de cuates” y de castas familiares, en detrimento de la democracia.
Sobrevivencia opositora
Voces de influyentes militantes del PAN como el diputado local Eduardo Alcántara Montiel, considera que el frente opositor no debería apostar por ganar la Presidencia de la República, y centrarse en evitar que Morena obtenga las dos terceras partes de las cámaras federales.
Alcántara no espera un resultado halagador en las elecciones federales y las locales en Puebla, responde a este reportero y sentencia: hay que agarrar trincheras y defendernos, así como buscar contrapesos en los poderes legislativos.
@pabl_ruiz
Face. Pablo Ruiz Meza
pabloruiz91516@gmail.com
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Periodista con más de 30 años de trayectoria como reportero de staff, investigaciones especiales, corresponsal nacional, director editorial, autor de la columna "Nada personal" y colaborador en diferentes medios de comunicación multimedia.