En las últimas décadas se ha incrementado el consumo de vapeadores particularmente entre los jóvenes con la idea de que afectan menos que el consumo de cigarrillos. Esto a pesar de que ambos dispositivos contienen nicotina, una droga altamente adictiva proveniente de las hojas del tabaco (Nicotiana tabacum L).

Sin embargo, en un estudio reciente en la base de datos TriNetX, la cual contiene datos de más de cien millones de Estados Unidos de América, Europa, Oriente Medio y África para examinar el riesgo de desarrollar inflamación de distintas estructuras del ojo, particularmente de la parte anterior del ojo denominada úvea, entre los usuarios de cigarros electrónicos y vapeadores.

Los usuarios de estos dispositivos también se ha mostrado que tienen procesos de inflamación en la parte posterior del ojo incluyendo la retina, la parte con la cual vemos nuestro entorno.

El estudio fue liderado por el Dr. Alan Y. Hsu, del Departamento de Oftalmología del Hospital de la Universidad Médica China en Taichung, Taiwán, con resultados que mostraron que vapear con cigarrillos electrónicos la inflamación de la úvea (uveítis) se presenta siete días después de haber vapeado, pero puede persistir hasta por cuatro años.

Se desconoce cuales son las causas de la persistencia del proceso inflamatorio por lo que se requiere investigar aún más los compuestos que emanan al producirse el vapor de nicotina y de los otros componentes, el tiempo de exposición a estos vapores y por cuánto tiempo.

Un aspecto relevante es que este proceso inflamatorio afecta por igual a hombres con mujeres, en todos los grupos étnicos analizados. De tal forma que lo más inteligente es no vapear para evitar la inflamación en los ojos y en todo el aparato respiratorio.