ENLACE en el mundo al revés
- Juan Martín López Calva
“A la sombra de las posadas y las vacaciones, en diciembre pasado, se anunció la cancelación de la prueba ENLACE 2014. Este examen es un instrumento estandarizado que arroja luz sobre el desempeño individual de los estudiantes de educación básica hasta bachillerato. ¿Qué tiene que ver la cancelación de la prueba ENLACE con la impunidad? ¿Qué puedes hacer, tú, ciudadano, al respecto?” (Juan Pardinas: #SÍENLACE2014. Reforma.
Con estas palabras nos invita el analista Juan Pardinas a reflexionar sobre la forma en que participamos pasivamente como ciudadanos en el mantenimiento y el refuerzo de la impunidad en nuestro país, promoviendo cotidianamente esa especie de “mundo al revés” que padecemos todos pero que al mismo tiempo todos contribuimos a alimentar.
Ante la pregunta acerca de qué tiene que ver la cancelación de la prueba ENLACE con la impunidad, Pardinas responde con el argumento central que entre líneas ha dado el INEE –al que como bien menciona en su artículo, el Secretario de Educación Pública ha endosado toda la responsabilidad en el caso- acerca de que el motivo principal de que en este año no se realice la prueba es la enorme corrupción que se detectó en su aplicación.
Todos hemos escuchado ejemplos de esta corrupción. En este espacio he planteado varias veces las razones por las que considero positiva la existencia de un examen como ENLACE porque promueve la transparencia y la rendición de cuentas de los actores educativos y cada vez que he publicado algo en este sentido, las respuestas y comentarios que he recibido por parte de amigos y lectores tienen que ver con la deshonestidad que distorsiona los resultados: maestros que preparan a sus alumnos para el examen, profesores que “soplan” las respuestas a sus estudiantes, escuelas que piden a los alumnos de bajo rendimiento no asistir el día de aplicación de la prueba para elevar sus resultados, etc.
El mismo Pardinas aporta datos que mencionó el Dr. Eduardo Backhoff, consejero del INEE en una entrevista televisiva reciente: el caso de profesores de Nuevo León sorprendidos cuando pasaban las respuestas de ENLACE a sus estudiantes a través de una red social, el “milagroso” avance de los estudiantes de secundaria de Chiapas que entre 2006 y 2012 pasaron de ser el último lugar al primero o la multiplicación inexplicable de alumnos en el nivel de excelencia en Matemáticas que pasó de 0.9% a 7% en tan solo tres años.
Estas distorsiones tienen que ver con el pésimo manejo de los resultados en los medios de comunicación y en las mismas escuelas que parecía equipararse con un torneo de fútbol en el que importaba más quién obtenía qué lugar o qué institución “subía o bajaba en la tabla de posiciones” que la lectura seria y con fines formativos que la prueba pretendió desde su diseño.
Pero un elemento fundamental que promovió la corrupción en la aplicación de las pruebas fue sin duda la decisión del subsecretario de educación básica durante el sexenio de Felipe Calderón, el tristemente célebre yerno de “la maestra” Gordillo, Fernando González que vinculó los resultados de ENLACE con la carrera magisterial y por ende con los estímulos económicos para los maestros.
Resulta comprensible la preocupación por la corrupción que derivó en la falta de confiabilidad de los resultados de ENLACE y como sociedad es exigible que las autoridades tomen decisiones al respecto.
Sin embargo, en cualquier país democrático y con instituciones sólidas que hacen respetar el estado de derecho las decisiones para remediar la situación de corrupción hubieran sido, como bien apunta el artículo ya mencionado, la investigación exhaustiva de los casos de corrupción, la sanción ejemplar de los profesores y directores involucrados en estos actos y la inmediata desvinculación de los resultados de la prueba y los ingresos de los docentes.
Pero en el “mundo al revés” en que vivimos en México, la decisión ha sido la cancelación de la prueba, es decir, la vuelta a la opacidad y a la falta de información sobre los resultados de aprendizaje de los niños y adolescentes inscritos en nuestras escuelas con la consecuente pérdida de insumos que orienten las decisiones para la mejora de las prácticas educativas de los profesores.
De manera que el silencio ante la cancelación de ENLACE por parte de la sociedad civil es sin duda un elemento que contribuye a la impunidad de quienes actuando de manera deshonesta desvirtuaron este valioso –siempre mejorable, sin duda- instrumento de evaluación formativa.
Para hacer escuchar la voz de los ciudadanos al respecto y exigir que no se cancele la aplicación de ENLACE en 2014 mientras se mejora el diseño del instrumento y de su aplicación, diversas organizaciones de la sociedad civil están promoviendo una iniciativa que bajo el nombre de #SíENLACE2014 solicita las firmas de todas las personas interesadas en combatir la impunidad y en seguir generando y mejorando la cultura de la evaluación, la transparencia y la rendición de cuentas en nuestro sistema educativo.
Ojalá nos unamos a esta iniciativa que llevaba hasta ayer más de diez mil firmas. Si estás interesado en participar, accede a: http://www.mejoratuescuela.org/peticiones/sienlace, firma la petición y difunde en las redes sociales esta iniciativa.
Porque ya no queremos un mundo al revés en nuestro sistema educativo, #SíENLACE2014.
Opinion para Interiores:
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Doctor en Educación UAT. Tuvo estancias postdoctorales en Lonergan Institute de Boston College. Miembro de SNI, Consejo de Investigación Educativa, Red de Investigadores en Educación y Valores, y ALFE. Profesor-investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).