Si el objetivo de publicar las últimas encuestas, ciertas, falsas o manipuladas, era aumentar el desánimo en los contrarios, la estrategia ha tenido buenos resultados. Ciertamente entre los seguidores de la Coalición 5 de Mayo por la capital se percibe un estado de ánimo decadente.

Y es que no han sentido el respaldo del gobierno federal. Se han quedado esperando aquellos golpes certeros que provocarían el desánimo en los de Puebla Unida y principalmente en su líder, el gobernador, quien no ha hecho menos que sus antecesores, ha utilizado el poder al más puro estilo priísta de antaño, el antiguo y criticado por los panistas.

Tal parece que para que la cuña apriete, debía ser del mismo palo.

Dice el refrán que la palabra mueve, pero el ejemplo arrastra. Y eso ha hecho falta en las campañas de los candidatos de la capital que no han arrastrado a los priístas cotidianos, hechos a un lado en muchas ocasiones y quienes ven un futuro incierto.

Para colmo, el gobernador sigue inaugurando obras todos los días, en la Angelópolis y el resto del Estado, como lo han hecho siempre los gobernadores priístas.

Y para más colmo, está punto de inaugurar la Rueda de la Fortuna y anuncia con bombos la reanudación del teleférico, aunque el INAH diga que no, el caso es que el impacto de la noticia le beneficia, se haga o no.

¿Usted cree que sirva de algo meter esos temas más la relación del candidato Gali y el gobernador con la maestra Elba Esther?

Recurrir a esa herramienta es una muestra más de que la estrategia no contempló todas las variables, o peor aún, que no hay estrategia.

Los priístas han venido especulando desde el inicio de la campaña que esta es la elección del Presidente Peña Nieto contra el gobernador Moreno Valle. Han asegurado que el gobierno federal le daría algunos "toques" al Ejecutivo del Estado para ponerlo quieto; el prólogo de la supuesta intervención lo vieron en la detención de la maestra, y ya ve usted qué pasó, nada. Peña Nieto recibió al gobernador, visitó Puebla y presidió el desfile del 5 de Mayo y pese al distanciamiento, la imagen del gobernador no se deterioró mucho, sigue teniendo aceptación.

Los mandos del PRI se han quedado esperando los golpes certeros, ni César Camacho, ni Ivonne Ortega han venido a hacer denuncias concretas que resten puntos a Gali o paren al gobernador. Ni Manuel Espino ha logrado arañar la imagen de Gali. Y más aún los panistas críticos al gobernador, le alzan la mano a sus candidatos, aunque no estuvieron con ellos en el principio.

O sea, Moreno Valle ha sabido manejar el poder del gobierno en favor de su proyecto, impuso candidatos, controló al PAN y ahora suma a los disidentes. ¿Quien tiene, por tanto, el liderazgo en el Estado?

Esta es la última semana en que algo pudiera suceder, pero como dice el hombre del tiempo, el pronóstico no tiene muchas variaciones.

jesusmanuelh@mexico.com

Video en: http://youtu.be/ClwF66SdTwQ