Haciendo reír a Dios

  • Fernando Castillo
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Dicen que para hacer reír a Dios, debemos de contarle nuestros planes y en ocasiones, los gobiernos, además de a Dios, hacen que ante la situación, en vez de llorar nos pongamos a reír.

Debo de precisar que, en nuestro país, el gobierno no ha anunciado planes en sentido estricto, sino solo un catálogo de buenas intenciones en lo que realmente se convirtió el Plan Nacional de Desarrollo y los más publicitados programas federales en los que se han fijado objetivos muy ambiciosos, pero que, por ningún lado establecen el cómo se lograran.

A pesar de ser un mandato constitucional, lamentablemente en la administración del presidente Paña Nieto, la planeación esta mas ausente que la moral en una casa de citas, y no por la oposición que se está extinguiendo, sino por la ciudadanía.

El programa estrella del inicio del sexenio, la “cruzada Nacional Contra el Hambre”, surgió el 24 de enero de este año agrupando los programas asistencialistas de administraciones anteriores, sin embargo solo se han fijado objetivos, acciones de socialización, (como un concurso de fotografía, otro de cortometraje) y una costosa campaña mediática en la que se nos dice que hasta con un “twit” podemos combatir el hambre en México.

El miércoles doce de Junio, Oscar García-Manzano y Pérez Múgica, un exitoso empresario y muy capaz economista, publicó la primera parte de un análisis al que llamó un “Enfoque Divergente”, en el que , de manera muy clara, define el problema y sugiere una serie de pasos para un verdadero combate al hambre en el sector rural.

El estudio  revela un dato estremecedor, en el periodo 2001-2010, fallecieron 85,343 personas por desnutrición, frente a 49,804 por el crimen organizado, ósea el crimen mata menos que el hambre.

El resumen de la publicación da una sentencia lapidaria: “Se ha estado administrando la pobreza, no reduciéndola”, pero también establece un punto clave en la planeación que se necesita para combatir efectivamente el hambre: “la pobreza se combate, generando riqueza y empleo”.

Quiero reconocer lo interesante que es este estudio del que, bien haría el gobierno federal en retomar algunos puntos e integrarlos en la estrategia del programa Nacional México sin Hambre, después de todo, como dijo Vincent Van Gogh, “que seria de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo”.

Lo invito a que reflexione un poco acerca del estudio que le comento, el cual lo puede solicitar en la cuenta de Twitter de su autor, @OSCARGMYPM

Pero hablando de la planeación, observamos que en general la administración carece de programas y planes para el ejercicio del poder y el cumplimiento de sus obligaciones.

A seis meses del regreso del PRI a los pinos, no se ha anunciado el Programa Nacional de Infraestructura, elemento necesario para orientar el gasto público y detonar el crecimiento del sector de la construcción. Si bien el pasado viernes el presidente anunció que se pretende un gasto anual de 102 mil 200 millones de pesos en este programa, no se ha establecido aun ni en que ni para qué.

En lo que respecta a la seguridad, aunque se ha planteado una “nueva” estrategia, solo ha cambiado la metodología para contabilizar los muertos que deja el crimen organizado pero sin tener una ruta distinta para debilitar a las organizaciones criminales, el pueblo se sigue sintiendo inseguro. Parafraseando a Pierre-Yves Bareau, bien se puede decir: “si uno mira más allá del ruido, no creo que MÉXICO haya cambiado demasiado”

Ante esto surge la interrogante de saber, para qué quería el PRI regresar al poder, si realmente carece de una estrategia de trabajo, que económicamente no tiene planteado cerrar la brecha entre el norte industrioso y el sur perezoso; que tanto ha criticado a los gobiernos panistas y tanto se le parece en su forma de gobernar.

Dijo una vez Soledad Gallego-Díaz, que “la historia nos ha enseñado que las cosas fueron como fueron, pero siempre existió otra posibilidad”, por ello es inconcebible que un “nuevo” RPI siga estrategias de un muy criticado periodo de gobiernos panistas, sin llevar a la práctica las alternativas que esgrimían en sus tiempos de oposición.

El gran inconveniente para el presidente Peña Nieto, es que los mexicanos estamos resintiendo en la vida diaria, su falta de planeación y los medios ya no son rectores de la opinión pública, pues han sido sustituidos por las redes sociales y los movimientos de “indignados” ene l mundo demuestran que puedes controlar el aparato, pero si la calle te pasa por encima, no hay aparato que valga.

CUIDANDO NUESTRA BILLETERA.

Realmente es irritante el ver la realidad política de nuestro país, rumbo a la elección del siete de Julio.

En el ámbito nacional y con un marcado interés en la elección, se ha comenzado una persecución contra los funcionarios de anteriores administraciones locales, las cuales, si bien se han iniciado por las procuradurías locales, se han mediatizado nacionalmente para atacar a los partidos de los que emanaron las administraciones investigadas.

En esa situación están los ex gobernadores de Tabasco y Aguascalientes, sin dejar de ver todo lo que se ha dicho y escrito de Fidel Herrera, el ex gobernador de Veracruz.

Al interior de las entidades, es deprimente el ver que el nivel de competencia electoral se ha abaratado hasta que en vez de propuestas, las campañas se centren en acusaciones para demostrar quien ha robado mas en sus carreras políticas, como las acusaciones que cruzan Enrique Agüera y Antonio Gali en Puebla, o las acusaciones a Miguel Ángel Yunes en Veracruz o entre “Kiko” Vega y Fernando Castro Trenti en Baja California.

Es triste ver que, efectivamente, los partidos se han convertido en colectivos de malhechores en lucha por la apropiación del erario público.

 

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