El inicio de un nuevo ciclo escolar ha llegado, pero esta vez se llevará a cabo de una forma diferente: virtual. Con ello, llega una  infinidad de dudas, retos e incertidumbre tanto para los docentes como para las familias y alumnos; sin embargo, ante esta adversidad, tenemos la oportunidad de reinventar la forma en la que los niños aprenderán, así como las estrategias de apoyo que se llevarán a cabo para continuar haciendo del aprendizaje algo atractivo, motivante y fructífero.

El hecho de que las clases  en muchas  de las escuelas se llevarán a cabo a través de plataformas virtuales, no quiere decir que el ciclo escolar va a ser aburrido para los niños y que no aprenderán cosas nuevas durante este tiempo. Si bien, la adquisición de nuevos conocimientos,experiencias y habilidades depende en gran parte de los planteles educativos y la forma en la que se impartan las clases en esta nueva modalidad, también recae la responsabilidad en las familias y en el apoyo que se  brinde a los niños para poder sacarle el mayor provecho a esta situación. Algunos consejos que pueden ser de utilidad para el inicio de este ciclo escolar son:

1. Factor emoción: Para los pequeños, siempre ha sido muy emocionante ir a comprar sus útiles escolares y meterlos en su mochila para el nuevo ciclo escolar, en esta ocasión de pandemia, es posible que la lista de útiles se haya modificado y que una mochila no sea necesaria; sin embargo, aún se puede motivar a los niños con los preparativos a través de involucrarlos diseñando junto con ellos un espacio en donde puedan tomar sus clases, elaborando un calendario con sus actividades, decorando los materiales que necesitará, etc.
2. El espacio de clases: El lugar en donde se tomarán las clases juega un papel muy importante con respecto a la concentración que el niño pueda tener durante las mismas; por ello, es fundamental elegir un espacio concreto en donde siempre se tomarán las clases. Asimismo, dicho lugar debe contar con el material necesario para la realización de sus actividades escolares, así como tener pocos distractores: ruido, juguetes, mascotas o hermanitos jugando, muchos estímulos visuales, entre otros.
3. Tomar en cuenta periodos de atención: Es importante recordar que el periodo de atención de los niños regularmente es corto y varía no sólo con la edad sino también en el grado de interés que tengan en la actividad que están realizando. Debido a esto, debemos adecuar nuestras expectativas con sus procesos cognitivos y entender que cada edad conlleva diferentes retos y habilidades, así como evitar exigirles algo que está fuera de su etapa madurativa.
4. Tiempos de descanso: Los niños generalmente necesitan tener movimiento y mantenerse activos; es por eso, que el estar por un tiempo prolongado frente a una pantalla puede ser un motivo de fatiga e incluso distracciones. Ante esto, tomar pausas entre cada clase/actividad es algo benéfico, dado que les permite despejarse, relajarse y por consiguiente aumentará su concentración en la siguiente actividad que se realice.
5. Rutina: La consistencia es algo que debe estar presente en la cotidianeidad de los niños, la cual se puede brindar a través de tener una rutina fija en donde ellos sepan cuáles son los tiempos para realizar determinadas actividades (despertarse, desayunar, realizar actividades escolares, etc.).

A pesar de que el aprendizaje virtual ya no es algo tan novedoso y nos encontramos más familiarizados con él, no deja de ser un reto para los más pequeños al tener que enfrentarlos  a situaciones que pueden llegar a ser limitantes para ellos (principalmente en movilidad e interacción); por ende, la flexibilidad debe de ser un aspecto clave durante esta nueva modalidad de aprender, en donde se debe de hacer mayor hincapié en el proceso y los apoyos que recibe durante éste que en los resultados que se obtengan en primera instancia. Recordemos que los contenidos teóricos pueden adquirirse en cualquier momento y ser reforzados poco a poco conforme se vuelva a la normalidad en la escuela; sin embargo, un vínculo dañado entre padres e hijos, así como la autoestima de los niños, es algo que no debe de ser relegado o pospuesto.

Finalmente, considero pertinente destacar la importancia que tiene tanto el apoyo como la actitud que los padres tengan en esta situación, dado que ésta será crucial para mantener motivados a los niños y que a pesar de las circunstancias puedan adquirir habilidades, experiencias y aprendizajes óptimos para su desarrollo. Además, hay que tener siempre presentes que las herramientas (incluyendo las emocionales) que se le brinden a un niño, serán las mismas que tendrá cuando sea adulto, lo que nos deja como reflexión : ¿cuáles son las vivencias y recuerdos que quiero que mi hijo tenga presentes cuando sea adulto? .