Cien años de Relaciones Internacionales

  • Evangelina Mendoza Corona
A pesar de su edad, esta ciencia es joven

En esta entrega quiero platicarles sobre las Relaciones Internacionales, una ciencia que está de fiesta ya que cumple cien años de su nacimiento, tras la firma del Tratado de Versalles. A pesar de su edad, esta ciencia es joven, es decir que, a diferencia de otras ciencias como la Filosofía, la Ciencia Política o la Economía, tiene pocos años de existencia. Sin embargo, cuando hablamos de la “Ciencia de la sociedad internacional”, como la llama Celestino del Arenal (1987), existen muchos prejuicios alrededor de ella, veamos cuáles son esos.

Si estudias Relaciones Internacionales vas a ser Diplomático y viajarás por todo el mundo degustando la gastronomía de todos los países y admirando su cultura y esplendor. Cuando en la década de 1950, esta ciencia llega a nuestro país fue por la necesidad del gobierno de formar cuadros en el servicio exterior. Sin embargo, la esencia de impulsar su existencia fue la de “evitar otra guerra” como lo fue la Primera Guerra Mundial. Surgió del deseo global de la paz. Los pueblos clamaron a sus gobiernos que se evitara a toda costa ver morir a sus hermanos, padres, esposos y no ser testigos más del sufrimiento de sus madres, hermanas, esposas e hijas. Esa fue la verdadera razón. Por lo tanto, el servicio exterior es parte de ella, pero no la única ni la más importante.

Sus estudiantes son “todólogos”. Lo anterior es porque se dice que saben de todo y no se especializan en nada. No obstante, permítanme argumentar que su objeto de estudio (la sociedad internacional) es tan complejo como el cuerpo humano. Para entenderlo se necesitan conocer todas las aristas que lo componen y para dar un diagnóstico es necesario apoyarse en ciencias como la Historia o la Sociología. Los internacionalistas son los médicos generales del mundo. De otra parte, si se especializan en una parte de la realidad internacional, desde mi perspectiva, es similar al caso de los médicos, pero no dejan atrás la visión global. Además la “interdisciplinariedad” que la caracteriza, la tienen todas las demás ciencias, por sí solas es imposible entender su objeto de estudio.

En México, no hay muchas especialidades. Considerando que la carrera llegó a nuestro país hace 70 años, a finales de la década de 1940 y principios de 1950, en el entonces Mexico City College (ahora UDLAP) y la UNAM, respectivamente; se han dado grandes pasos para buscar la especialización en esta Ciencia. Quisiera nombrar algunos posgrados que se ofertan en el país: Estudios de Asia y África (COLMEX), en Desarrollo Global (Universidad Autónoma de Baja California), Gobernanza y Globalización (UDLAP), en Relaciones Internacionales (UNAM) y en Relaciones Internacionales y Derechos Humanos (BUAP). En esta última institución, la máxima casa de estudios del estado, la carrera se ofertó por primera vez en 1999 por lo que cumple 20 años de formar internacionalistas.

Las Relaciones Internacionales no son una Ciencia. Es un debate que incluso existe entre las ciencias exactas y las ciencias sociales. Sin embargo, en estos 100 años, ha habido un arduo esfuerzo de muchos estudiosos por seguir consolidando el lugar que las Relaciones Internacionales se han ganado dentro de las Ciencias Sociales. Aunado a lo anterior, esta ciencia tiene un objeto de estudio concreto, su metodología y una construcción teórica que como toda teoría, se va perfeccionando.

Finalmente, quiero concluir que las Relaciones Internaciones es una ciencia joven y atractiva que ha estado rodeada de muchos esfuerzos por seguirla consolidando dentro de las Ciencias Sociales. Y es un orgullo platicarles un poco sobre la Ciencia de la sociedad internacional con la que he llevado una gran relación y la cual está de manteles largos.

¡Hasta la próxima!

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Evangelina Mendoza Corona

Maestra en Gobierno y Administración y licenciada en R.I. BUAP. Actualmente se desempeña como Consejera Electoral del Estado de Puebla y profesora de Historia y Política Mundial en la Academia de R.I. BUAP.