Cambio de régimen

  • Miguel Barbosa Huerta
Necesario detonar la productividad en Puebla. Fortalecimiento de los partidos políticos, también.

En diversos momentos he afirmado que México y Puebla necesitan un cambio de régimen. Ahora es el momento de explicar y poner a debate público por qué este cambio resulta necesario, la respuesta es sencilla. Porque a nivel nacional y a nivel estatal solamente puede plantearse un futuro mejor para la mayoría de la población si se cambian de fondo el modelo económico, la forma y quienes administran dicho modelo. Esto implica una transformación a fondo, significa terminar con un modelo que ha mantenido y condenado a la pobreza a más de la mitad de la población y combatir la corrupción, la cual se ha convertido en el principal problema del servicio público en todos sus niveles.

 

De manera errónea o malintencionada, se ha dicho que el cambio de régimen que proponemos significaría ir en contra de la propiedad privada y cosas así de absurdas. Lo que consideramos conveniente para Puebla es un impulso sin precedente a su economía, pero dicho impulso tendría dos características importantes. La primera, el desarrollo regional e incluyente, con perspectiva de género y con acciones efectivas de protección al medio ambiente. La idea de un capitalismo voraz y depredador ya no existe. Como ocurre en muchas naciones y ciudades del mundo moderno es posible un modelo económico donde existan empresas con responsabilidad social y trabajadores altamente productivos que gocen de la totalidad de sus derechos laborales, sociales y políticos.

 

El otro cambio fundamental en materia económica está en la tolerancia cero a la corrupción. Si existen servidores públicos corruptos cualquier buen proyecto, cualquier buena idea se pervierte, porque sus objetivos originales se desvirtúan y se convierten en negocios particulares o de grupo. Si nosotros logramos tener un gobierno estatal honesto, será mucho más fácil que existan gobiernos municipales honestos, con lo cual los sectores económicos tendrán certeza para actuar, invertir y llegar a territorio poblano. El cuidado del medio ambiente, el uso racional de recursos como el agua, lejos de disminuir nuestro potencial económico, no lo aumenta. El futuro de la economía y de la industria está en las energías y tecnologías limpias y renovables.

 

Un sector fundamental de un nuevo régimen está en la producción agrícola. El campo poblano se encuentra devastado, su reactivación no sólo permitirá la creación masiva de empleos, sino que aumentará el potencial económico a nivel nacional de nuestro estado. Pensar en Puebla es pensar en el futuro del campo y en el desarrollo de uno de los sectores de mayor potencial de crecimiento: la producción de alimentos sanos para toda la población.

 

Pensar en un nuevo régimen es pensar en una democracia consolidada y sólida, para lo cual es necesario que existan partidos políticos fuertes, con proyectos, militancias y estrategias claras. Es necesario que desde el gobierno se respete esa pluralidad, porque con partidos políticos sólidos la democracia se vuelve una efectiva forma de colaboración y de competencia. Lo que vivimos en Puebla desde hace unos años es la penetración desde el poder estatal a los partidos políticos, por lo tanto un nuevo régimen político para Puebla también significa que las militancias partidarias del PAN, del PRI, del PRD, por mencionar sólo tres, recuperen sus institutos políticos. 

@MBarbosaMX

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Miguel Barbosa Huerta

Ex dirigente del PRD. Senador de la República, vice coordinador del grupo parlamentario PT-Morena. Gobernador del estado de Puebla 2019-2024.