El empresario fue señalado en el libro “Los demonios del edén” como cabeza de una red de trata y pornografía infantil, junto con la participación de Kamel Nacif y Mario Marín
Refieren que la comisión de Derechos Humanos de la ONU dijo que se acreditó la violación de derechos humanos en tanto libertad de expresión “al someterla a un proceso por el delito de difamación"