En un acto de rendición de cuentas ante la ciudadanía, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó un informe de sus primeros 100 días al frente del gobierno federal. En un Zócalo lleno y con una estimación de hasta 350 mil asistentes.

Podríamos observar estos 100 días desde dos ópticas, la primera que tiene que ver con las decisiones gubernamentales y que tienen un impacto directo en la población y otra con agentes externos, sobre todo la relación con los Estados Unidos.

Se consolidan los programas sociales, aumentan los montos de las pensiones y becas, se crean las pensiones para mujeres de 60 a 64 años, la beca “Rita Cetina” para estudiantes de educación básica, comienza el programa Salud Casa por Casa.

Otra de las grandes reformas que este año podremos ver consolidada será la reforma judicial, que el mes de junio iremos a las urnas a elegir a nuestras autoridades judiciales, será un triunfo para nuestra democracia y ejemplo para el mundo.

Lo anterior siempre con el apoyo del Poder Legislativo donde la presidenta tiene la mayoría para aprobar las reformas que considera necesarias para reforzar el segundo piso de la 4T.

Sin embargo, el reto más importante para la presidente no viene de la oposición, sino del próximo gobierno de los Estados Unidos, ya que la polémica personalidad del próximo presidente Donald Trump, en la que un día dice que la presidenta es una mujer extraordinaria y al otro día dice que México debería ser anexado como otro estado de los EE.UU.

De hecho, la reacción que tuvo el todavía primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, sobre la declaración de Trump de elevar los aranceles a sus socios del T-MEC, y que fuera a visitarlo a su casa en Miami y tratar de suavizar el tono del presidente electo, no fue bien tomado por sus connacionales y hoy le ha costado la renuncia al puesto como líder de su partido y como primer ministro. Mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum optó por presentar una contraoferta fuerte, que México también elevaría los aranceles lo que incluso provocó la caída de acciones de algunas empresas estadounidenses.

Trump con el objetivo de fomentar ese sentimiento nacionalista en sus compatriotas, ha lanzado declaraciones como la de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, repatriar el canal de Panamá o anexar Groenlandia, a lo que los presidentes de México, Panamá y Bélgica, quienes administran Groenlandia se han manifestado en contra.

De hecho, la respuesta de la presidenta fue en el mismo tono de Trump, de mejor cambiar el nombre a América Mexicana, lo que fue aplaudido a nivel internacional por la fuerte postura que ha mantenido México ante las ideas de Trump.

Hoy en su rendición de cuentas la Presidenta lo dejó claro ante todo México y el extranjero: “México es un país libre, independiente y soberano. Como lo he dicho, nos coordinamos y colaboramos, más no nos subordinamos”.

Claudia Sheimbaum lo dice porque sabe que cuenta con una aceptación popular contundente y el respaldo de la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados y el Senado incluida la oposición, por lo que las decisiones que tome en materia de política exterior tendrán un gran soporte popular incluidos los mexicanos que viven en la Unión Americana.