Inpode: nepotismo, corrupción y “huachicoleo” de agua

  • Pablo Ruiz Meza
Señalan mal uso del erario estatal de la “karateca” Yadira Lira y del pelotero Mauricio Suárez

Yadira Lira Navarro tiró la toalla como directora del Instituto Poblano del Deporte (Inpode) porque además de prácticas de nepotismo, prevalecieron anomalías contables y hasta “huachicoleo” de agua con tomas clandestinas en instalaciones deportivas.

Lira dejó un tiradero administrativo y financiero en el Inpode, pero la llegada del beisbolista Luis Mauricio Suárez Calero, sin experiencia alguna en la función pública deportiva, lejos de corregir las malas prácticas, se dedicó a saquear el presupuesto destinado al deporte.

En este contexto, empresarios del sector turístico empiezan a preocuparse respecto a la capacidad y prestigio de Yadira Lira para encabezar la Secretaría de Turismo del entrante gobierno, y advierten se estaría aprovechando de la buena voluntad del mandatario electo.

Una de las primeras inquietudes de los empresarios ligados al sector turismo es el traslado a la Secretaría de Turismo de prácticas de nepotismo y corrupción, porque hasta el agua se robó.

Hoteleros, restauranteros, agencias de viajes y promotores turísticos piden certeza respecto a quién tomará las decisiones, si ella como titular de Sectur o su pareja sentimental, porque él se tomó atribuciones ejecutivas en el Inpode, además que familiares ocuparon diversos cargos.

Yadira Lira: Nepotismo, negligencia y anarquía

La deportista de artes marciales, pupila del prestigiado maestro japonés Koichi Choda Watanabe, como ocurrió con la corredora Ana Gabriela Guevara -de triste historia para el deporte mexicano- encontró en el Inpode una fuente de poder para servirse ella y su familia, no para servir al deporte poblano.

Sin una política deportiva a favor del deporte amateur, en la práctica del deporte en las escuelas públicas y para el apoyo a los deportistas de alto rendimiento, el Inpode es utilizado para intereses personales.

Yadira Lira vio al Inpode como un negocio familiar, generando un caos y desorden administrativo y presupuestal, hasta que el gobernador sustituto le puso un alto, y ella prefirió “renunciar” al cargo.

Es un secreto a voces en el ámbito deportivo que, además del control y ejecución del presupuesto, el cobro de los estacionamientos en las respectivas unidades deportivas es la caja chica de la Dirección del Inpode.

Cálculos estimados establecen ingreso de 10 mil pesos a 15 mil pesos a la semana en el cobro del servicio de estacionamientos de las instalaciones deportivas, y el uso de los recursos económicos ha sido discrecional por los directores.

Otro de los “negocios”, por ejemplo, son las becas deportivas. Fue la pareja de Lira Navarro quien las administraba, decidía los montos económicos y a quiénes se les entregaban, sin que tuviera un nombramiento oficial como servidor público, convirtiendo el Instituto Poblano del Deporte en un negocio familiar.

Durante su gestión, Yadira Lira “metió” a familiares de distinto grado y parentesco en diferentes cargos públicos en la dependencia estatal encargada de la promoción del deporte.

Uno de los mayores actos de negligencia de la exdirectora del Inpode es su responsabilidad en la “ordeña de agua potable” de la red del sistema de agua potable operado por la empresa privada.

La práctica de “huachicoleo de agua” con tomas clandestinas fue tolerada y alimentada por la funcionaria estatal para no pagar un abultado adeudo de más de 2 millones de pesos con Agua de Puebla.

Mauricio Suárez Calero, de “guatemala a guatepeor”

Recomendado por un funcionario de la Secretaría de Planeación y Finanzas del estado, el secretario de Educación Pública, Jorge Estefan Chidiac le tomó protesta como director sustituto del Inpode al pelotero “Amigo del hit”, Mauricio Suárez Calero, para supuestamente “limpiar el cochinero” que dejó el clan familiar de Yadira Lira.

Originario de CdMx, pero con su carrera profesional en el estado de Veracruz, Suárez Calero resultó peor al hacer valer su condición de “Amigo del hit”… pero para los negocios con sus empresas favoritas de Xalapa, Veracruz, favoreciendo a sus amigos como “proveedores” del Inpode hasta para comprarles focos.

El beisbolista “jarocho” hizo planes, o le hicieron creer para hacerlos, de que al asumir el cargo por unos meses en el gobierno sustituto, se extendería su permanencia en el cargo en el gobierno entrante, pero se quedó sentado esperando porque la invitación nunca llegó.

Mauricio Suárez no perdió su tiempo, lo invirtió no a favor del deporte poblano, sino en el acopio de recursos materiales y financieros del Inpode para sus beneficios, a contrapelo de los supuestos principios de la cuatroté de “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.

De inmediato, con la billetera llena de recursos del erario estatal, el pelotero instaló de inmediato a un hombre de sus confianzas, originario de Xalapa, en el área administrativa y contable del Instituto.

El director y el secretario administrativo hicieron de Xalapa el destino del dinero público poblano con la proveeduría del Inpode, para favorecer a empresarios veracruzanos, a cambio de “atenciones”.

De esta forma, además de los bisnes que heredó de Lira Navarro, como los jugosos ingresos con el cobro de los estacionamientos, Suárez Calero dio unos buenos “hits” imparables al erario estatal; se desconoce si hubo licitaciones o fueron asignaciones directas de contratos.

Sin experiencia alguna como servidor público y sin política deportiva, salvo los buenos deseos como beisbolista, el director del Inpode dispuso de seis meses regalados en el gobierno de Sergio Céspedes para hacer del Instituto una verdadera caja registradora de ingresos en su beneficio.

Pagó 300 mil pesos por distinción “elite” del Maratón de Puebla

Suárez Calero engañó al gobernador sustituto Céspedes Peregrina con la supuesta distinción internacional “Elite” que otorga la Federación Internacional de Atletismo, la World Athletics al Maratón Puebla 2024, porque pagó por ello el Inpode 300 mil pesos a la empresa contratada para cronometrar los tiempos de los maratonistas.

Los más de seis mil participantes en las diferentes categorías del Maratón de Puebla fueron engañados por Mauricio Suárez con el supuesto sorteo de un automóvil entre los competidores; no entregó los premios económicos en diversas categorías e incumplió la empresa con la entrega de los tiempos cronometrados por los maratonistas.

Con los antecedentes del saqueo a las arcas estatales destinadas al deporte, es explicable el incumplimiento del Inpode en la entrega de premios prometidos a los maratonistas, incluida la rifa de un automóvil entre los participantes, así como otros premios económicos.

La transición por el cambio de administración en el gobierno estatal es una buena oportunidad para revisar y corregir las distorsiones administrativas y contables que han dañado la promoción del deporte, con más razón ahora que el gobernador entrante quiere pasar a la historia como el gobierno del deporte, entendible para un taekwondoin como lo es el mandatario electo. Veremos.

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Pablo Ruiz Meza

Periodista con más de 30 años de trayectoria como reportero de staff, investigaciones especiales, corresponsal nacional, director editorial, autor de la columna "Nada personal" y colaborador en diferentes medios de comunicación multimedia.