Los superancianos… ¡Para allá vamos!
- Alejandra Fonseca
Nazareth Castellanos estudió en la Universidad Autónoma de Madrid la Licenciatura en Física Teórica y el Doctorado en Neurociencia. Lleva más de veinte años dedicada a la investigación científica de la actividad cerebral; estudia la relación cerebro-cuerpo, los mecanismos neuronales implicados en la atención, la regulación emocional, la práctica de la meditación, así como la influencia del ejercicio físico en la microbiota intestinal. Desde hace varios años dirige la investigación del laboratorio Nirakara y la Cátedra extraordinaria de Mindfulness y Ciencias Cognitivas de la Universidad Complutense de Madrid, y compagina su labor de investigación con la divulgación científica al crear espacios de diálogo entre Oriente y Occidente, para promover la unión entre la comunidad científica y el entorno espiritual.
Castellanos se quedó prendada de lo que el ‘padre de la neurociencia’, Santiago Ramón y Cajal, señaló: “Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”.
Su obra El espejo del cerebro, refleja los resultados de la práctica de la meditación que muestran los cambios cerebrales que suceden cuando tenemos una actitud contemplativa, amable y consciente. Algunas de las conclusiones a las que ha llegado a través de su experiencia científica en laboratorios, y su continua búsqueda de conocimiento en áreas interconectadas como la medicina, la filosofía y la espiritualidad son:
“Un cerebro joven se asocia a la vitalidad y la agudeza intelectual, anhelo de todo ser humano al pasar de los años, que se asocia a la idea de la eterna juventud, materializado en conceptos como el Santo Grial o la piedra filosofal.”
Recientemente se han realizado estudios a un grupo de personas de más de ochenta años, que conservan características físicas y cognitivas de un adulto de veinte o treinta años más joven. A estas personas se les llama “superancianos” debido a que, pese a su avanzada edad, no presentan problemas cognitivos ni de memoria. En estas personas no se produce la degeneración neuronal, o por lo menos no al ritmo propio de una persona de edad avanzada, y mantienen las habilidades cognitivas de una persona más joven. Esta investigación es una oportunidad para comprender la raíz de la salud cerebral y el envejecimiento sano.
Se ha descubierto que el superpoder de los superancianos es que comparten hábitos similares entre ellos: se mantienen activos físicamente, tienden a ser positivos, desafían su cerebro al aprender algo nuevo todos los días y muchos continúan trabajando hasta los ochenta años. ¿Por qué los superancianos tienen resistencia al deterioro cerebral? Nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares y celulares podrían estar implicados en el proceso que se pensaba inevitable e irreversible del envejecimiento.
Los mecanismos genéticos de la longevidad y su manifestación en los organismos (el fenotipo) ha permitido poner el foco en los hábitos de vida (alimentación, ejercicio, actividad cognitiva, etc.) como factores clave que inclinan la balanza hacia un envejecimiento saludable o patológico. El estudio de la epigenética, fenómeno que nos permite modificar nuestro destino genético, nos muestra que podemos cambiar la expresión de los genes sin cambiar la información y la secuencia de los genes; los mecanismos epigenéticos son modificaciones químicas en el ADN que se producen por cambios en el ambiente (físicos o cognitivos) y modulan la expresión de nuestros genes, por lo que se ha probado, que es falso que el cerebro pierde la capacidad de regenerarse con el envejecimiento, de manera que nuestro supuesto destino en forma de información genética puede ser reescrito por las acciones de nuestra vida diaria. Además, pueden ser heredados por nuestros descendientes.
Fuente: BBVA. Nazareth Castellano: ¿Cómo influye tu cuerpo en tus emociones? 26 de octubre de 2021