Movilidad y derechos humanos (ciclovías)
- Luis Soriano Peregrina
La percepción de seguridad, así como los indicadores de paz y diversas métricas nacionales e internacionales con las que se miden a los gobiernos, hace necesario que el Estado active acciones que motive puntos positivos que califican a todos los gobiernos, siendo los Derechos Humanos la herramienta que de manera directa o como política transversal, suma para lograr calificar a los gobiernos de manera positiva o en su caso suma para remontar los negativos que pueden venir generando los gobiernos por otras acciones que se realizan.
Hoy la percepción de inseguridad es determinante para poder calificar si estamos frente a un buen o mal gobierno, por lo mismo es un foco rojo lo que sucede en la capital de Puebla, pues es la demarcación que más impacta en la percepción de todo el Estado. Es falso pensar que hoy en día la relatoría mediática ayuda a cambiar la percepción, incluso puede motivar un mayor rechazo social, el denostar el sentimiento de la población, derivado de lo que pasa en los espacios públicos donde hoy por hoy se consideran espacios inseguros y no accesibles. Por lo mismo es necesario que hablemos de movilidad y derechos humanos, pues la movilidad es el derecho que tienen todas las personas a desplazarse libre y de manera segura en los espacios públicos, por lo mismo está estrechamente vinculada al derecho, a la libertad de circulación, a la seguridad de las personas, a la igualdad, a la salud, a la participación ciudadana, a la educación, al trabajo, pues la movilidad segura, accesible y sostenible nos permitirá dignificar nuestros derechos humanos.
El derecho a la movilidad la debemos de concebir como el derecho de generar lugares seguros para la interacción social y la expresión cultural, para la reconstrucción del tejido social. Ver también a la movilidad como una herramienta que dignifique los derechos humanos, requiere primeramente recuperar el espacio público como un espacio seguro y no de riesgo para las personas, pues es el espacio público donde se reconstruirá el tejido social, a través del ejercicio, la cultura, el descanso, la convivencia familiar y social, entendiendo al espacio público como las plazas, parques, calles y espacios donde se establezca el equipamiento urbano como las ciclovías.
Conforme el World Resources Institute (WRI) sección México, en promedio el acceso a espacios públicos en las ciudades de nuestro país es de 1.2 m2 por habitante y sólo el 51 por ciento de la población vive a menos de diez minutos de un espacio público. Esta deficiencia que se vive en el país de espacios públicos está íntimamente vinculada con niveles altos de marginación y de exclusión social, por lo que el estado debe obligarse a recuperar o generar nuevos nichos de espacios públicos seguros para la interacción social, siendo la Movilidad una herramienta para lograrlo, buscando finalmente regenerar el tejido social y revitalizar las exigencias para acercarnos más a la utopía del nuevo humanismo mexicano.
Bajo la lógica de que sea una realidad para todos; el nuevo humanismo mexicano, se logró que nuestro país fuera el primero en el mundo en decretar a la movilidad segura como derecho humano, generando la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial en el 2023, lo que permite que todas las estructuras municipales y estatales en el país deban planear las urbes priorizando el transporte público, tránsito seguro de peatones, así como el de los ciclistas. Posteriormente, en Puebla se aprobó la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del Estado de Puebla para armonizarla con la Ley General.
Por consiguiente, el uso de la bicicleta se integra en los medios de transportes que contribuyen a garantizar el ejercicio pleno al derecho humano a la movilidad, debido a que las ciclovías fomentan la movilidad sostenible, segura y accesible para toda la población.
Problemática
El disfrute de los espacios públicos promueve la convivencia pacífica y fomenta mejores hábitos que benefician la salud de las personas, así como influyen en las estrategias de prevención situacional del delito.
Sin embargo, el déficit de la infraestructura vial segura, la falta de la conectividad, el desapego de las ciclovías con la realidad y la ausencia de acciones para su integración a la realidad social, impide que el derecho a la movilidad sea una realidad para todas y todos, afectando también al derecho a la salud, medio ambiente sano, a la igualdad, al trabajo, a la participación ciudadana y a un nivel adecuado de vida; lo anterior hace imposible que se pueda respetar el derecho al desarrollo de las personas, tal como lo establece la Organización de las Naciones Unidas en su Declaración sobre el derecho al desarrollo, adoptada por la Asamblea General en su resolución 41/128, el 4 de diciembre de 1986, donde se establece que todo ser humano puede participar en el desarrollo económico, social, cultural y político y ser el sujeto central y beneficiario del mismo desarrollo.
Cuando se disponen de espacios públicos adecuados se tiende a revertir la percepción de inseguridad en el entorno, por lo mismo es necesaria tomar en cuenta la teoría de las “Ventanas Rotas” donde James Q. Wilson y George Kelling conecta al desorden urbano e incivilidad con la oportunidad cometer delitos y el incremento de la violencia; por lo que, parques, plazas, equipamiento urbano y otros espacios públicos descuidados por autoridades y colectividad, serán ocupados por la delincuencia, propiciando espacios con ambientes violentos, haciendo que los espacios públicos viables y seguros sean insuficientes, inhibiendo la participación ciudadana, incrementando, la marginación y la exclusión, por lo mismo necesitamos recuperar los espacios, conectarlos y armonizarlos.
Alternativa de solución
- Urge deconstruir el pensamiento mexicano impuesto en 1995 que es a través de la prevención del delito como se previenen las infracciones y los delitos, toda vez que en el 95 la constitución no tenía registrados los derechos humanos, sino las garantías individuales, ni mucho menos estaba armonizada la Carta Magna con los tratados internacionales y las resoluciones regionales. Lo cierto es que desde la prevención de las violencias como se podrá motivar no llegar a las infracciones y los delitos, siendo que la focalización de buscar reducir las violencias como se podrán reducir las infracciones y los delitos, motivando la reducción en la inseguridad, lo anterior no elimina una prevención de la otra, sino son complementarias y de aplicación en diversos momentos, mientras la prevención del delito se atiende desde una lógica policiaca previo al paso a ser cometida la infracción o el delito, la prevención de las violencias se construye desde la gobernanza, desde la deconstrucción de los procesos de cultura en favor de los derechos humanos, la no discriminación, la cohesión social y el manejo armónico entre sociedad y sector publico
- La atención debe ser transversal, aplicando el paraguas de los derechos humanos, siendo urgente la aplicación de la prevención de las violencias conforme el enfoque de reducción de factores de riesgo, que busque disminuir o modificar las condiciones de riesgo existentes en cada espacio público, debiendo adoptar medidas para reducir amenazas, provocando se disminuya las vulnerabilidades de las personas, estableciendo incluso medios de subsistencia.
- Mejorar y rehabilitar las ciclovías existentes, buscar su conectividad, armonizarlas con su entorno, integrar convenientemente a los transportes no motorizados a la movilidad urbana, podrá motivar la recuperación de espacios públicos de manera natural, fortaleciendo el sentido de pertenencia y de apropiación comunitaria del espacio público; estableciendo las bases para dignificar los diversos derechos humanos, como la movilidad para llegar al trabajo e incluso la movilidad como medio para cumplir sus objetivos en el trabajo, así mismo beneficiaría la salud pública en el estado al tener las condiciones idóneas para la promoción del deporte, rompiendo con las enfermedades generadas por la obesidad y la ausencia de actividad física, dignificando los derechos humanos, puesto que involucra a la sociedad en el mejoramiento ambiental, promueve un transporte económico, eficiente y sostenible.
- Una ciudad con mejores espacios abiertos y con orden, facilita la vigilancia, la convivencia sana y la cohesión social de las ciudades, elementos fundamentales para reducir los factores de riesgos que propician entornos de violencia, así mismo los espacios públicos bien iluminados, como una ciclovía integrada a la comunidad, contribuyen al enfoque de prevención situacional del delito al reducir la percepción de inseguridad y la dignificación del entorno.
Opinion para Interiores:
Anteriores
Abogado, defensor de derechos humanos. Fue subsecretario de Derechos Humanos y primer encargado de la Comisión de Búsqueda en Puebla. Actualmente es director para América Latina de la Organización Mundial de DH y Paz y presidente de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos