Chedraui, ¿podrá con el reto?

  • Elmer Ancona Dorantes
Tremendo reto tendrá el próximo presidente municipal para superar los índices de crecimiento

Me consta que la gente que viene de fuera, no sólo como turista sino en plan de negocios o de estudios, se queda maravillada de lo hermosa que ve a la ciudad de Puebla. La percibe como una urbe ordenada y limpia.

Y no hablamos sólo del majestuoso Centro Histórico, sino de diversas zonas donde pueden disfrutar de plazas comerciales, lugares de descanso o centros de entretenimiento.

Del primer plano de la ciudad han dicho de todo: una arquitectura como pocas, calles simétricas y limpias, vigilancia policial presencial, gente muy educada y amable, entre otras cosas.

De unos años para acá, la ciudad de Puebla cambió radicalmente su rostro urbano y se colocó, sin duda alguna, como una de las metrópolis más atractivas para nacionales y extranjeros.

Los mismos poblanos -y no me dejarán mentir- salen a disfrutar el Zócalo ya no sólo los fines de semana, sino todos los días; se ve mayor actividad económica en los centros comerciales; caminan sin prisa y disfrutan más de sus calles.

Por supuesto, algunos quizá dirán que las calles de algunas colonias están llenas de baches, que los cestos de basura ya no dan para más y que no hay seguridad policial, lo que provoca un elevado índice de delincuencia. Y es innegable.

Lo cierto es que en temporadas de lluvias en todas las ciudades de México sucede esto, las calles se llenan de hoyos; también es verdad que en ciertas zonas el problema de la basura rebasa a la gente, pero es un tema más de cultura que se debe trabajar a conciencia.

Todo eso, incluyendo el problema de la inseguridad, sucede en las mejores ciudades del mundo, la diferencia es que los gobiernos de esas urbes tienen el suficiente presupuesto para quitar y poner, para generar cultura, para lograr armonía. México, como país, dista mucho de estar en estas condiciones.

La ciudad de Puebla lo tiene casi todo. Hermosura le sobra, y eso, se quiera o no, se ha logrado gracias al esfuerzo y trabajo continuos que ha realizado la presente administración, tanto bajo la responsabilidad de Eduardo Rivera como la de Adán Domínguez.

Los indicadores en turismo, economía, infraestructura, cultura y deporte, por mencionar algunos, han mejorado sustancialmente año con año, y la gente lo percibe con suma facilidad.

Tremendo reto tendrá el próximo presidente municipal, José Chedraui, para superar los índices de crecimiento que se han logrado bajo un gobierno con siglas partidistas distintas a las que él representa.

Los ciudadanos, por supuesto, le desean lo mejor; están convencidos de que como empresario sabrá aplicar técnicas y herramientas gerenciales y administrativas que lograrán mantener a la ciudad en estos parámetros, o incluso superarlos.

Todo dependerá de la capacidad de gestión que tenga para obtener, por ejemplo, un mayor presupuesto federal, y para colocar en las principales posiciones de su administración a gente profesional que domine cada área.

Gobernar no es nada fácil; es una tremenda responsabilidad que le confieren los ciudadanos para velar por sus intereses, para resolver los problemas colectivos que más les aquejan. ¿Podrá con este reto?

Que todo sea para bien de los poblanos, para el mayor progreso y desarrollo de la ciudad. Que todo sea por la hermosa y patrimonial ciudad de Puebla.

@elmerando

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública (IAP) y maestrante en Ciencias Políticas por la UNAM. Catedrático. Ha escrito en diversos medios como Reforma, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.