¡Prohibido prohibir!

  • Jesús Horacio Cano Vargas
La prohibición trae corrupción y clandestinidad ante las reformas por venta de alcohol en bares

Creo que ante el desorden es mejor reglamentar para poner las cosas en su lugar que prohibir y de un plumazo decir que por decreto, una actividad se dejará de realizar. No podemos negar realidades, es mejor intentar ordenarlas y atender las causas. Creo firmemente que una disposición legal que atente contra las libertades no es benéfica para la sociedad. A veces eliminar el problema por ley es lo adecuado, pero quizá primero habrá que identificar lo que está mal para después poder atenderlo de raíz.

 

La semana pasada se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Puebla las reformas a la Ley para la Venta y Suministro de Bebidas Alcohólicas del Estado de Puebla.  En ellas se prohíbe que los establecimientos regulados por la ley antes mencionada no podrán operar, permanecer abiertos o permitir permanencia o ingreso de personas o comensales después de 2:30 horas y deberán de suspender la venta de bebidas alcohólicas a las 2:00 horas. Estas reformas ya entraron en vigor, pero al mismo tiempo están en una especie de “vacatio legis”, pues se deben de modificar los reglamentos relacionados para que la nueva regla pueda hacerse efectiva, ya que es competencia municipal regular ese tipo de actividad comercial. Los transitorios de la ley otorgan a los ayuntamientos noventa días para adecuar la reglamentación existente al texto de la ley.

 

En los considerandos de la reforma, que no son más que las razones por las cuales se realiza una propuesta de reforma a la ley, se exponen como motivos el cuidado de la salud pública, el aumento de los hechos de tránsito y los índices de inseguridad que se están relacionadas con el abuso en el consumo del alcohol. Las premisas me parecen son muy acertadas, pero me hago las siguientes preguntas: ¿Cerrando los centros nocturnos se reducirá el consumo del alcohol? ¿Los problemas se han suscitado dentro o fuera de estos establecimientos donde se consumen bebidas alcohólicas? ¿Todos los problemas ya mencionados se terminarán si cierran 2:30 am? ¿Qué sanción tendrán los municipios que no ajusten sus reglamentos y con esto se provoque que la ley quede en letra muerta?

 

Creo que para poder atender las premisas planteadas por la reforma, haría falta implementar políticas públicas por medio de las cuales se evite que los jóvenes caigan en el abuso del alcohol. Es decir, no atender el último eslabón de la cadena, ir a las causas, intentar ir a la raíz. Algunos temas que se deberían tomar en cuenta son el fomento al deporte, el acceso a la educación o la promoción de los valores familiares que son la mejor herramienta para poder disminuir los niveles en el abuso del alcohol entre la población. Para regular los centros nocturnos, además de cuidar que no se establezcan cerca de zonas escolares o funcionen cerca de viviendas, y dejen entrar a menores de edad; se debe de cuidar tal y como lo propone el conjunto de reformas aprobadas por el Legislativo y propuestas por el Ejecutivo poblano; y fortalecer la seguridad de los lugares y que sea responsabilidad de los empresarios del giro resguardar a sus clientes, con esto creando zonas seguras. De los hechos de tránsito, habría que repensar los operativos de alcoholemia cerca de los establecimientos, además de tener opciones de transporte público seguro para que las personas que legítimamente quieran asistir a estos centros de entretenimiento puedan hacerlo de forma segura.

 

Prohibir o restringir quizá es una buena forma de cortar el último eslabón de la cadena, pero pueden surgir otros eslabones igual o de mayor complejidad como la clandestinidad o la corrupción. Hasta entonces.

 

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Jesús Horacio Cano Vargas

Abogado con estudios en Derecho Constitucional y Amparo, actualmente Síndico en el Ayuntamiento de San Martín Texmelucan. Fue profesor universitario, asesor jurídico de empresas y entidades gubernamentales, servidor público, pero sobre todo apasionado de lo que hace.