El pueblo le llora a Obrador, ¿por qué?

  • Rafael Alfaro Izarraraz
Como presidente atendió a los castigados que durante años fueron abandonados por el neoliberalismo

Hemos sido testigos de que en la medida en que se acercaba la fecha en que el expresidente López Obrador tendría que dejar el encargo presidencial, segmentos de la sociedad empezaron a sentir y mostrar un ambiente de nostalgia. En algunos casos la nostalgia se convirtió en llanto de sectores de la población. Nostalgia y llanto son cosas distintas. El llanto está asociado, en este caso, no al fervor religioso sino político. Se trata de un entusiasmo o emotividad que es una respuesta asociada a la acción recibida, como si fuera un milagro, de parte de un personaje al que se le rinde una forma de amor expresado en llanto, que es en última instancia un reconocimiento a su obra política.

¿Qué hizo AMLO? Como presidente atendió a los castigados. Durante el neoliberalismo los pobres fueron castigados durante largos 36 años. Los políticos de aquellos años perdieron toda sensibilidad hacia la condición en que vivían millones de empobrecidos. En uno de esos hechos que representa la visión de políticos preparados para mirar la tragedia de sus actos como sucesos consustanciales al ejercicio del poder (cinismo se le podría llamar, pero en realidad es un estilo de gobernar neoliberal), la pobreza hizo su aparición. Y, a partir del gobierno de Vicente Fox, se empezó a medir a través de INEGI y del CONEVAL.

Todo era parte de un circo mediático que se montó en México y el mundo a partir de que Reagan en Estados Unidos y Thatcher en Inglaterra, llegaron al poder y diseñaron, a través de organismos internacionales, una estrategia que posicionó a su jefe que era el capital financiero mundial. En México, los dueños del espectáculo circenses, fueron poco a poco, el PRI, el PAN y el PRD. Acercaron sus programas a esa lógica que se impuso en el mundo porque creyeron que ante la caída del Muro de Berlín la utopía (sobre todo en el caso del PRD) de la justicia era cosa del pasado y que el capital se empoderaría de manera definitiva en el mundo y México no era la excepción.

El “descubrimiento” de la pobreza a través de instituciones como el CONEVAL tuvo un propósito ideológico: convencer a la opinión pública, mediante la generación de representaciones mediáticas a través de la noticia y la información controlada por los medios oficiales y pagados, de que ante la existencia de pobreza (porque se fundamentó en estudios “científicos” emitidos por el Banco Mundial o el FMI, la ONU y la FAO, o estudiosos de la pobreza, inventores de la pobretología) era imprescindible y necesario, de que al capital se le limpiara el camino de obstáculos para que, como falso mesías, llegara a suprimir la pobreza que, dicho sea de paso, ante un Estado ineficiente, dijeron.

¿En verdad había tanta pobreza y por eso se aplicó el modelo neoliberal? No es verdad, pero crearon una narrativa a modo. El modelo neoliberal empezó a medir la pobreza a partir del año 2000, con el gobierno de Vicente Fox. De tal manera que cuando se inician las mediciones de la pobreza (se aplican las metodologías de los organismos internacionales, como el Banco Mundial y el FMI), el modelo neoliberal ya tenía aplicándose algunos años de manera salvaje, desde el gobierno de Miguel De la Madrid. Ya había empobrecidos. Hasta antes de 1982 (la corrupción que existía merece un análisis aparte, al igual que la de los gobiernos neoliberales), el país había crecido a tasas del seis por ciento y superábamos a China (ver a José Luis Calva, en La economía mexicana en su laberinto).

“… el PIB se incrementó 15.9 veces (1 592.7%) durante el periodo de 1935 a 1982, al haber crecido a una tasa media de 6.1% anual, lo que implicó un incremento de 340.4% en el PIB per cápita, que creció a una tasa media de 3.2% anual…” Y añade Calva, a partir del gobierno neoliberal: “… el gobierno procedió a desmantelar los instrumentos de fomento económico general y sectorial. La inversión pública federal se redujo de 10.4% del PIB en 1982 a 4.9% del PIB en 1988 y a 2.7% del PIB en 2018; y el gasto económico sectorial (concepto en el que incluimos las partidas energéticas, agrícolas y manufactureras del presupuesto público federal) se redujo de 12.4% del PIB en 1982 a 6.3% en 1988 y a 3.7% en 2018…”

El capital llegó de inmediato (aunque como la mitad fue inversión en capital que ya existía) para fraguar una especie de corporización de la pobreza. La pobreza tomó forma en la corporalidad de las familias y de mujeres y hombres de verdad. Las familias se quedaron sin el sustento que proporcionaba el jefe de familia al perder el empleo. A pesar de que la economía de corte maquilador en sus inicios se volcó hacia el exterior y crecieron las exportaciones dado que los componentes con los que se fabricaban los bienes exportados provenían del exterior. A ello se sumó que la industria mexicana no maquiladora, también empezó a importar sus componentes que eran más baratos en el extranjero.

Los empleos se crearon en Asia y no en México, de acuerdo a Calva, durante 36 años solamente se crearon 14.7 millones de empleos, para una población que casi se duplica. La corporalidad de mujeres y hombres lo resintieron y cada año más de 300 mil mujeres y hombres dejaron el país y migraron principalmente hacia los Estados Unidos. Muchos de ellos son los que van y afanosamente buscan a Obrador cuando fue a giras a los Estados Unidos, como si fuera una manda a un santo.

Por eso dice la presidenta Claudia Sheinbaum que cuando escribe sobre la obra de Obrador, hasta a ella le brotan las lágrimas de lo ocurrido y no es para menos. Otros se fueron al comercio informal. Estamos hablando de una tragedia expresada en la corporativización de la mala política neoliberal. Mujeres y hombres sin empleo y sin ingreso alguno, como veremos de inmediato, siguiendo a Calva.

El ingreso se vino abajo, dice el autor citado: “…durante los seis sexenios cumplidos de experimentación neoliberal se observó una severa degradación en la distribución funcional del ingreso. Bajo la estrategia de desarrollo económico liderado por el Estado, la participación de los salarios en el ingreso nacional disponible (IND) había pasado de 26.3% del IND en el periodo de 1951 a 1958 … a 35.5% en el periodo de 1960 a 1969, y a 41.6% del IND durante el periodo de 1970 a 1982 … bajo la estrategia neoliberal: la participación de los salarios en el IND descendió hasta 34.2% del IND en el periodo de 1983 a 1989 y hasta 31.3% del IND en el periodo de 2010 a 2017 (último dato disponible). Al cercenarse brutalmente su participación en la riqueza efectivamente generada, los asalariados de México tuvieron una pérdida acumulada de 2 032 584 millones de dólares durante los 35 años que van de 1983 a 2017”.

Cabe recordar, dice Calva: “que durante los años de operación de la estrategia económica de desarrollo liderado por el Estado, la pobreza se había reducido significativamente. De acuerdo con el más destacado especialista en la materia … la proporción de mexicanos pobres disminuyó de 77.5% en 1963 a 48.5% en 1981, magnitudes grosso modo coincidentes con las estimadas por el Programa Nacional de Solidaridad, según el cual la proporción de mexicanos bajo la línea de la pobreza, que en 1960 era de 76.9%, descendió hasta 45% en 1981 … Continúa Calva diciendo: “… Pero estos logros en reducción de la pobreza bajo la estrategia económica de desarrollo liderado por el Estado fueron revertidos bajo la estrategia económica neoliberal. De acuerdo con las cifras de Boltvinik, la pobreza de ingresos se incrementó desde 48.5% de la población en 1981, que en números absolutos fueron 33.8 millones de pobres, hasta 67.1 millones de pobres en 1994 y 79 millones en 1996 (a causa de la crisis de 1995); disminuyó a 74 millones en 2000 y volvió a aumentar hasta 82 millones en 2010 y 91 millones en 2014 … En suma, bajo la estrategia neoliberal, el número de mexicanos en pobreza de ingresos aumentó en más de 50 millones, al pasar de 48.5% de la población en 1981 a 76% de la población en 2014”.

El neoliberalismo fue una fábrica de pobres, lo que ocasionó un ambiente de desesperanza, desilusión, tristeza y poco interés por la vida. Eso es lo que atendió Obrador, y Claudia continuará su obra, seguro. Nos guste o no, si fue mucho o poco, al pueblo se le hizo un nudo en la garganta cuando comprendió que se iba el presidente que por primera vez en su vida se compadeció y tuvo la sensibilidad de mirar por ellos.

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Rafael Alfaro Izarraraz

Periodista por la UNAM, maestro por la UAEM y doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados-Campus Puebla. Es profesor del Doctorado en Ciencias Sociales de la UATx y Coeditor de la revista científica Symbolum de la Facultad de Trabajo Social, Sociología y Psicología.